“Sufrir con los que sufren”

Los religiosos afrontan un nuevo curso marcado por la crisis

religiosa de espaldas sentada ante un lago. Foto: Xiskya

MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ. Foto: XISKYA | Los religiosos y religiosas, como todos, inician un nuevo curso aunque, ciertamente, no se puede hablar de ‘cierre por vacaciones’ en la Vida Consagrada (VC), sino todo lo contrario. [Mensaje de Royón para el inicio de curso: “Sufrir con los que sufren” – Extracto]

Julio y agosto suponen cambio de actividades, aires nuevos, renovación espiritual y encuentros familiares, pero muchas veces también una intensa agenda pastoral para trabajar con seglares: niños, jóvenes y mayores. Es una estampa habitual del verano ver religiosas en las estaciones de autobuses y de trenes, con sus bolsos y maletas. Poco que ver con el concepto clásico de vacaciones laborales. Y no es por causa de los recortes…

La crisis en nuestro país, a diferencia de lo que la gente pueda pensar, afecta –y mucho– a la Vida Religiosa (VR) que vive directamente vinculada y comprometida con los más afectados, en bastantes campos, con eficacia y discreción; desde comedores, acompañando inmigrantes, defendiendo derechos, en los colegios, ayudando a las familias, consolando, colaborando con las Cáritas diocesanas y parroquiales…

En este sentido, el tradicional mensaje del presidente de CONFER a los religiosos y religiosas al comienzo de curso es un acicate para animar a seguir adelante con esperanza: “No vivimos con largueza –comenta Elías Royón– pero sí lejos de las carencias de muchos. Que no solo ayudemos trabajando, sino compartiendo nuestro poco, nuestros cinco panes y nuestros pocos peces. Aquel joven del Evangelio no sabía que Jesús los multiplicaría, solo supo poner a disposición de los demás lo que tenía”.

“En nosotros no cabe hablar de ‘recortar’ tantos por cientos –siguel el jesuita–, sino de una voluntad decidida y eficaz de solidaridad evangélica que nos lleva a compartir lo que se tiene, llegando en ocasiones a hacerlo incluso de lo necesario”.

Igualmente, para ser fiel a su dimensión profética, habla Royón de comprometerse con valentía en la lucha por la justicia: “No podemos permanecer insensibles ante una sociedad que egoístamente ha desplazado a los márgenes a aquellos que para Jesús son el centro. ‘Hoy Dios nos sigue pidiendo que seamos guardianes de nuestros hermanos…’ (Benedicto XVI, Cuaresma 2012), y que preguntemos con inquietud y libertad evangélica a los responsables de la toma de decisiones, si se están repartiendo justamente las cargas, si se busca con eficacia y creatividad poner todos los recursos posibles para remediar lo que ya son necesidades primarias como el comer y la salud; si la honradez, la integridad y la verdad presiden siempre las actuaciones de los políticos”.

No se trata simplemente de dar respuestas a necesidades sino de “sufrir con los que sufren, de privarnos de cosas, de sentir la pobreza en nosotros mismos, en nuestras comunidades…”.

Nuevos canales de comunicación

El calendario de actividades de CONFER para el nuevo curso fue publicado en julio y, como viene siendo habitual, concentra las principales convocatorias en las distintas áreas. Puede consultarse íntegramente en su recién estrenada página web.

Además de ser conseguir un diseño nítido, sencillo y dinámico, ahora es más interactiva; se pueden realizar las inscripciones a las actividades, gestionar el carnet de religioso, consultar datos de las congregaciones o acceder a la zona de intranet de los superiores mayores, que disponen de su propia cuenta de correo electrónico y una guía de comunidades en versión digital

A esta herramienta básica se ha unido hace unos meses una presencia de CONFER más audaz, si cabe, en Twitter, gracias al perfil creado por el servicio de noticias (@MediosConfer). Todo ello constituye, sin duda, una expresión más del esfuerzo por hacerse entender y hablar el mismo lenguaje de la gente. Es importante que la presencia de la VR en las redes sociales se consolide, no solo a través de aportaciones personales, sino también institucionales.

Levadura

Llega la rutina, el tiempo ordinario, el ritmo y actividad habitual… la mayoría de los religiosos vuelven a “lo de siempre”. Pero también muchos estrenan destinos: ciudades, comunidades, tareas, rostros nuevos. Además de ser un privilegio que muchos ciudadanos quisieran poder disfrutar, es una ocasión única para desempolvar la disponibilidad y entrenarse en generosidad. En ambos casos, a fin de cuentas, se trata de buscar y hallar a Dios en todas las cosas. Amar y servir siempre y en todo.

mtlopez@vidanueva.es

En el nº 2.814 de Vida Nueva.

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