Abierto por vacaciones

varias personas con velas celebran una vigilia en la playa

La Iglesia intensifica su labor pastoral en los lugares de gran afluencia turística

varias personas con velas celebran una vigilia en la playa

ENCARNI LLAMAS. MÁLAGA – JOSÉ R. NAVARRO. VALENCIA | La llegada del verano supone para muchas parroquias, sobre todo las de zonas costeras y lugares turísticos, que sus fieles lleguen a duplicarse, una circunstancia que obliga a la Iglesia local a hacer un esfuerzo y a intensificar la labor pastoral ante el aumento de la demanda. [Abierto por vacaciones – Extracto]

También crece la atención a los extranjeros que nos visitan y que demandan eucaristías en su idioma o, al menos, en el más universal, el inglés. A esta labor hay que añadir la que la Iglesia hace en los ámbitos patrimonial y cultural, que pueden ser un buen vehículo para la evangelización.

Son muchos los ejemplos de parroquias que aumentan su atención pastoral y celebraciones litúrgicas durante el periodo estival. Es el caso de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, en La Carihuela (Málaga). Su párroco, Emilio López Navas, director del Departamento Diocesano de Peregrinaciones, Santuarios y Turismo durante el último año y medio, celebra cada domingo, desde mediados de julio a principios de septiembre, una eucaristía en el paseo marítimo, además de las que tienen lugar en el templo.

Emilio cuenta que, “ante la afluencia de feligreses y la falta de espacio en el templo, valoramos la posibilidad de trasladar la celebración de la Eucaristía a un lugar como el paseo marítimo y a un horario en el que el calor haya cedido, las nueve de la noche. Los seglares se encargan de preparar todo y hacen cola para recibir el sacramento de la reconciliación. Es una experiencia preciosa de fe en la que participamos hasta 400 personas”.

Además, las parroquias distribuyen folletos en varios idiomas con una carta de bienvenida e información útil sobre la vida de la Iglesia de Málaga, y organizan actos de bienvenida tanto para los turistas que llegan desde otros países, como para el turismo nacional, que es muy numeroso.

“Se trata de un turismo fidelizado, pues muchos de ellos compraron aquí su segunda residencia, en la playa, y vuelven cada año”, afirma Emilio. Y añade que “quien vive la fe y la celebra durante todo el año, sigue haciéndolo también en verano; es más, cuando llegan a Málaga, se presentan en la parroquia, se ofrecen para participar en lo que haga falta, hasta para acompañar los cantos tocando el órgano, y estructuran su domingo en función de los horarios de la Eucaristía”.

Por eso, las parroquias de la costa multiplican sus horarios y se celebran misas en alemán (en El Morche) y en inglés, en lugares tan diversos como las capillas ecuménicas de St. Joseph, en Las Rampas, y Lux Mundi, en Fuengirola y Torre del Mar; o en parroquias de Marbella, Arroyo de la Miel, Nerja, Mollina y Cristo Rey, en Málaga capital.pastoral de turismo, eucaristía en la playa en verano

Emilio también fue párroco en pueblos de interior de la provincia y afirma que en verano también cambia la vida del lugar, sobre todo porque “vuelven los antiguos vecinos para vivir las fiestas del verano: el Carmen, la Virgen de Agosto…”.

Turistas extranjeros

La atención a turistas de otras nacionalidades se completa con los diversos materiales para la confesión y otros sacramentos, y con los servicios ofrecidos por la Delegación de Medios de Comunicación.

El delegado, Rafael J. Pérez Pallarés, afirma que “entendemos que el servicio que la Diócesis de Málaga debe prestar es amplio. Se dirige tanto a personas que participan con frecuencia de las comunidades parroquiales como aquellas que eventualmente lo hacen o simplemente se acercan al patrimonio religioso del que la sede episcopal malacitana disfruta. En este sentido, tanto la web como la publicación Diócesis Málaga ofrece datos e información que consideran de interés para la población de habla hispana como de aquella que, procedente de otras naciones, recalan en nuestro país. De ahí el empeño por comunicar en diferentes idiomas no solo la Palabra de Dios sino también la riqueza artístico-religiosa con la que cuenta la diócesis malagueña”.

Y es que este año, durante los meses de julio y agosto, se han presentado semanalmente en la revista monumentos y lugares que se pueden visitar en la diócesis, y que tienen un valor cultural, histórico y espiritual incalculable, desde la Basílica Catedral hasta los restos de una ermita rupestre en Ronda. Lugares que se ofrecen al turista para su descanso y su encuentro con Dios.

Refuerzo de sacerdotes

Sucede lo mismo en la Archidiócesis de Valencia, donde alrededor de cuarenta sacerdotes, provenientes de otras regiones de España y también del extranjero, refuerzan la labor pastoral y litúrgica en casi un centenar de parroquias, la mayoría de ellas en las zonas costeras, que son las que reciben un mayor número de turistas.

Según ha confirmado a Vida Nueva el presidente de la Comisión Diocesana de Turismo y Tiempo Libre, Fernando Mañó, algunas de estas parroquias, “los fines de semana de verano, llegan a duplicar el número de eucaristías y el horario dedicado a confesiones”.

Los sacerdotes que llegan a la diócesis en este tiempo tienen, según Mañó, dos procedencias bien diferenciadas. Por una parte, se encuentran sacerdotes españoles, especialmente de las diócesis de Madrid, Burgos, Toledo, Valladolid y Murcia, que “suelen veranear en la zona e incluso mantienen desde hace años una relación con la feligresía. Aprovechan las vacaciones para descansar, junto a su familia, en alguna vivienda de la parroquia y, a cambio, atienden el culto, celebran la eucaristía, confiesan o imparten algún retiro”. En lugares como Gandía, se acoge a cuatro de estos sacerdotes cada quincena.

Vacaciones para los sacerdotes

El otro perfil es el de sacerdotes extranjeros que están ampliando sus estudios en Roma o alguna facultad española. En verano, en vez de retornar a su país, se quedan en la diócesis de Valencia como refuerzo en parroquias o arciprestazgos. Su labor permite a los párrocos tomarse unos días de vacaciones sin descuidar el culto y la atención pastoral.

En concreto, la parroquia de Rafelbunyol recibirá a un sacerdote africano que está completando sus estudios en Pamplona. De
igual forma, el arciprestazgo San Luis Bertrán contará con la ayuda de dos sacerdotes mexicanos.

Las parroquias agradecen esta colaboración con una gratificación que ayuda a los sacerdotes a financiar sus estudios.

Además de reforzar la atención pastoral, algunas parroquias de las zonas costeras también aprovechan las vacaciones para realizar escuelas de verano o actividades dirigidas a los más pequeños. De hecho, durante los meses de julio y agosto, tres parroquias de Jávea y Denia acogen a más de un centenar de niños de cinco a doce años a los que les ofrecen gran variedad de propuestas, que van desde momentos de oración y catequesis hasta talleres, excursiones y tiempo dedicado a realizar las tareas de verano.

turistas visitan la Sagrada Familia de Barcelona

Turistas visitan la Sagrada Familia de Barcelona

La experiencia está siendo todo un éxito, pues recibe a numerosos niños, tanto de la propia localidad como de los que se
encuentran allí de vacaciones. “Los padres prefieren la escuela de verano de la parroquia a las organizadas por otras instituciones porque la encuentran mucho más cercana y más familiar”, explica Fernando Mañó.

Misa internacional en la Sagrada Familia

En Barcelona, una de las novedades del presente año ha sido la convocatoria de una Misa Internacional en la emblemática Sagrada Familia, una iniciativa que el Consejo de Gobierno del Arzobispado de Barcelona encargó a la Delegación de Pastoral del Turismo junto con la propia basílica.

El resultado –se difundió este evento por los hoteles, operadores turísticos y agencias de viaje de la Ciudad Condal– fue muy satisfactorio, pues unos 3.000 asistentes llenaron la basílica, dedicada en noviembre de 2010 por el papa Benedicto XVI, en una Eucaristía en la que se usaron hasta siete idiomas.

También fue políglota la homilía del cardenal arzobispo, Lluís Martínez Sistach, que dijo, entre otras cosas: “Cuando los cristianos nos reunimos en la iglesia, nos sentimos en casa; no somos ya estraños o extranjeros. Sentíos en vuestra casa, queridos hermanos y hermanas que venís de cerca y de lejos. Seáis bienvenidos”.

Del mismo modo, recordó las palabras del Pontífice aquel 7 de noviembre: “Pienso que la dedicación de este templo, en una época en la que el hombre pretende edificar su vida de espaldas a Dios, como si ya no tuviera nada que decirle, resulta un hecho de gran significado. Gaudí, en su obra, nos muestra que Dios es la verdadera medida del hombre”.

En el nº 2.811 de Vida Nueva.

 

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