Celebran el 23º Capítulo de la Provincia de Castilla
MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ | La Orden de la Merced (mercedarios) es una de las congregaciones religiosas más consolidadas en España, organizada en dos provincias: Aragón y Castilla. Precisamente, el día 7 de julio comenzó el XXXIII Capítulo Provincial de esta última, presidido por el Maestro General de la Orden, el argentino Pablo Bernardo Ordoñe. El capítulo tiene lugar en el Monasterio de Poio (Pontevedra).
El Monasterio ha vuelto a revivir momentos memorables del pasado cuando el canto de la Salve sabatina atraía a multitud de fieles en la solemne Eucaristía de inauguración de este Capítulo provincial de Castilla, que ha contado con la participación de todos los padres capitulares y que fue presidida por el comendador de la comunidad del monasterio, Juan Félix Vaca González.
En el encuentro, que se prolongará hasta el 18 de este mes, se reúnen una cuarentena de religiosos, venidos de las 23 comunidades que forman la provincia: 15 en España, tres en el Caribe (Puerto Rico y Santo Domingo) y cuatro en Camerún. El objetivo es evaluar la marcha de la provincia religiosa en los últimos tres años y programar las líneas prioritarias de acción para el próximo trienio.
Además, esta asamblea tiene carácter electivo; de ella saldrá elegido el nuevo gobierno de la provincia religiosa de Castilla para los próximos tres años.
El marco del Capítulo también posee un carácter extraordinario, dado que la Orden se encuentra preparando diversos eventos para celebrar, en el próximo año 2018, los 800 años de su fundación por san Pedro Nolasco en Barcelona en el año 1218. Por esta razón, el lema capitular que enmarca todos sus trabajos es Apasionados hacia los 800 años de nuestra fundación. Durante los trabajos capitulares, también se celebraba la profesión solemne del joven religioso mercedario Miguel Ángel Aguado Mesa, el día 14 de julio en la iglesia parroquial de San Xoan de Poio (Pontevedra).
Ingente labor social
La provincia de Castilla lleva adelante una ingente labor religiosa y social en el mundo de los presos en España y África, con los niños de la calle en la República Dominicana, con las mujeres maltratadas en Puerto Rico, y está también presente en el mundo de la enseñanza. Colabora, además, estrechamente con los obispos en las diócesis donde está presente, regentando parroquias y casas de culto, así como lugares de acogida y casas de espiritualidad.
En Madrid, ha puesto en marcha una labor asistencial de gran importancia con los refugiados e inmigrantes menores no acompañados a través de una fundación llamada La Merced Migraciones, y regenta casas y pisos de acogida para estos niños y jóvenes.
Anima y promueve también diversos proyectos de desarrollo en el Tercer Mundo a través de una ONG de la provincia llamada Acción Liberadora, entre los cuales destaca un proyecto de apadrinamiento de niños en Camerún y El Salvador llamado Rayo de luz y esperanza.
Fiel a la misión
La Orden se funda en Barcelona el día 10 de agosto de 1218 por san Pedro Nolasco, siguiendo la inspiración de la Virgen María y bajo la protección del rey Jaime I de Aragón y ante el obispo de la ciudad, Berenguer de Palou. Lejos quedan los años en los que la orden surge para redimir a los cristianos cautivos, fundamentalmente de los piratas del Mediterráneo, que se hallan expuestos al peligro de perder la fe.
Aunque nace con carácter de orden militar, posteriormente se convierte en clerical con el doble carácter de laical y sacerdotal. Con todo, ha sabido adaptarse perfectamente a los tiempos, pues su misión actual se concreta en redimir las nuevas formas de esclavitud que surgen hoy en las sociedades humanas: cárceles, refugiados, drogadictos, enfermos, ancianos desamparados, niños abandonados, mujeres maltratadas… Fue también siempre fiel a su espíritu misionero y hoy sigue haciéndose presente en prácticamente todos los continentes.
En el nº 2.809 de Vida Nueva.
