La misión busca un hueco en la pastoral ordinaria

Eloy Bueno de la Fuente, en la 65 Semana Española de Misionología

Burgos acoge la 65ª Semana Española de Misionología

Eloy Bueno de la Fuente, en la 65 Semana Española de Misionología

El profesor Eloy Bueno, durante su intervención

FRAN OTERO | Son ya 65 los años que la Semana Española de Misionología lleva creando un espacio eclesial para la reflexión teológico-pastoral sobre la cooperación de la Iglesia en España con la misión de la Iglesia universal, así como ofreciendo formación a aquellos que trabajan en la misión o la impulsan en las comunidades cristianas. [La misión busca un hueco en la pastoral ordinaria – Extracto]

Y lo hace, como otros ámbitos pastorales, reflexionando sobre la nueva evangelización, con el Sínodo de Obispos ad hoc a escasos meses de celebrarse.

Ser misionero en la nueva evangelización es el tema central y título de un evento que busca desvelar “la relación que existe entre la misión ad gentes y la nueva evangelización”.

Hasta Burgos se acercaron más de cien participantes, entre los que cabe destacar al presidente de la Comisión Episcopal de Misiones, Braulio Rodríguez, así como algunos de sus miembros, como el arzobispo de Pamplona, Francisco Pérez. Del mismo modo, se inscribió el arzobispo emérito de Zaragoza, Elías Yanes.

Eloy Bueno de la Fuente, catedrático de la Facultad de Teología del Norte de España y ponente en esta edición, reconoce a Vida Nueva que la pastoral misionera puede enriquecer con la dimensión ad gentes a la nueva evangelización para “evitar que caiga en un reduccionismo europeísta, en el fondo, otro modo de etnocentrismo”.

“El mundo es muy grande y la Iglesia realmente católica. Las misiones son Iglesias como las nuestras, y solo desde la comunión intereclesial se puede afrontar la evangelización de una cultura tan global y tan compleja”, añade.

En su opinión, la nueva evangelización solo tiene futuro y sentido desde un permanente Pentecostés: “La Iglesia existe para cruzar orillas, para saltar orillas, para nacer en los otros. La pastoral misionera debería contribuir a que esta perspectiva se convierta en paradigma de la pastoral ordinaria”.

Obispos Francisco Pérez, Ramón del Hoyo, Elías Yanes y Camilo Lorenzo

De izq. a dcha., los obispos Francisco Pérez, Ramón del Hoyo, Elías Yanes y Camilo Lorenzo

Por su parte, Roberto Calvo, también de la Facultad de Teología de Burgos y ponente, sostiene que la misión, como siempre, mira al futuro, “está llamada a mantener cierto profetismo cuando recuerda que el camino evangelizador a recorrer aún se halla en sus comienzos”, y añade que la misión ad gentes ofrece orientaciones.

En cualquier caso, advierte: “Podemos caer en querer encuadrar todo como nueva evangelización y convertirlo en un eslogan omnicomprensivo que se use para seguir haciendo casi lo mismo que en épocas anteriores. Es fácil que nos quedemos encerrados y empobrecidos en nuestras propias realidades afirmando sin matizaciones que la misión está aquí”.

Para Eloy Bueno, una de las prioridades de la nueva evangelización es que nos sintamos misioneros en el lugar en el que vivimos, pero matiza que “el lugar donde uno vive debe ser experimentado dentro del dinamismo de la evangelización del mundo entero, debe redescubrir el milagro de que exista la Iglesia donde previamente no estaba, de que el Evangelio puede continuar seduciendo y transformando a quien no tenía fe”.

Del mismo modo, y al hilo de su ponencia, La nueva evangelización en los umbrales de la parroquia, Roberto Calvo explica que la misión aparece hoy “como paradigma profético de todo el quehacer parroquial”. “La parroquia tiene una finalidad específica que va más en la línea de alimentar y comunicar la fe de los ya iniciados. Pero si se quiere ser fiel al proyecto de Dios como historia amorosa de salvación, esta fe ha de vivir al servicio de la misión”, añade.

Una larga trayectoria

Ambos reconocen que la Semana es muy importante para la Iglesia en España, sobre todo tras su larga trayectoria de 65 ediciones. “Para la Iglesia en España, significa la presencia de uno de los carismas que en mayor medida enriquecen su vida y su testimonio, gracias a la generosidad de hombres y mujeres concretos. Para los misioneros, es el reconocimiento de que relizan y expresan lo más genuino del cristianismo”, afirma Eloy Bueno, quien lamenta “la poca sensibilidad de la teología ante una dimensión de la que podría recibir aliento y horizonte”.

Para Calvo, estos 65 años son motivo de una “profunda alegría para la Iglesia, para los organismos que han estado gestionando la Semana y, en definitiva, para los misioneros y misioneras que han participado directamente en ella”.

“Ha servido para ofrecer una teología de la misión al ritmo de los tiempos y de los nuevos paradigmas teológicos que se han ido desarrollando. Pero, simultáneamente, quería vivir de las acciones misioneras concretas y darles un horizonte más evangelizador y significativo”, concluye.

En el nº 2.809 de Vida Nueva.

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