Campeones

+ FERNANDO SEBASTIÁN | Arzobispo emérito

“¿Cuándo seremos capaces de formular la identidad nacional de forma que nos reúna a todos, que nos acoja a todos y nos permita vivir juntos sin exclusiones ni escisiones?…”.

Con el fútbol conseguimos los españoles lo que no conseguimos en la vida civil. Tiene más poder simbólico y aglutinante la habilidad de nuestros futbolistas que la identidad nacional. La selección española sí es de todos y nos representa a todos. O a casi todos. Pero en la vida civil, no acabamos de sentirnos españoles, no reconocemos unos elementos comunes que nos unan y nos reúnan por encima de las diferencias.

En la mayoría de los países, la izquierda no excluye a la derecha de la comunidad nacional, ni cuestiona la identidad de la nación, ni pretende cambiar la propia historia. En España, sí. Durante muchos años, para las derechas, los de izquierdas no eran españoles, sino enemigos de la patria. Y ahora parece que son las derechas las que no merecen el nombre de españoles. “Nada con la derecha”.

Hay una manera de ser de izquierdas que niega el derecho a ser de derechas y la legitimidad democrática de la derecha. Y algo parecido pasa con los católicos. Algunos laicistas no solamente no son religiosos, sino que nos niegan a los demás el derecho a serlo.

Esta es una distorsión grave de la conciencia nacional que nos impide ser una sociedad estable y una nación próspera. Ser español es una realidad histórica y cultural que tiene unos contenidos precisos. Este patrimonio cultural es histórico, progresivo, cambiante. Los católicos españoles hemos cambiado profundamente nuestra forma de estar en la comunidad nacional.

La Iglesia española ha aceptado sinceramente el Concilio Vaticano II. Los católicos españoles contribuimos eficazmente a la transición democrática y queremos convivir cordialmente con nuestros compatriotas no católicos.

¿Cuándo seremos capaces de formular la identidad nacional de forma que nos reúna a todos, que nos acoja a todos y nos permita vivir juntos sin exclusiones ni escisiones? ¿Es que vamos a vivir siempre cautivos del pasado?

En el nº 2.809 de Vida Nueva.

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