Pastoral de la Salud del País Vasco: “Tratemos a los inmigrantes como a nosotros mismos”

J. FANDIÑO | Hace poco más de un mes, San Sebastián acogió el encuentro anual de los miembros de las capellanías de los centros hospitalarios con una preocupación: la disposición legal por la que a partir de septiembre se denegará a los inmigrantes no regularizados la tarjeta sanitaria y, por ende, la atención sanitaria salvo en casos de urgencia, y de tratarse de niños o mujeres embarazadas.

Una inquietud que comparten con muchas instituciones cristianas y de la que surgió el comunicado que hicieron público posteriormente los Secretariados de Pastoral de la Salud de Bilbao, San Sebastián y Vitoria, organizadores del encuentro, y en la que, en línea con lo que manifestaban sus obispos en la carta pastoral Una economía al servicio de las personas (Cuaresma 2011), recuerdan el imperativo de tratar a los inmigrantes “como a nosotros mismos, en virtud de la dignidad inviolable de toda persona, imagen y semejanza de Dios”.

“Los derechos humanos han de ser interpretados en clave de la familia humana universal y la población inmigrante no puede ser objetivo de un trato basado en nuestras conveniencias”, se puede leer en el comunicado.

Por todo ello, muestran su malestar y desacuerdo con la medida del Gobierno, “por injusta y contraria a los derechos, y por atentar contra la dignidad y protección necesaria de un colectivo tan desfavorecido y vulnetrable”. “Solicitamos la reforma de los aspectos de la nueva ley que hacen referencia a esta cuestión, así como la adopción de las necesarias medidas para la adecuada atención sanitaria a estas personas, para quienes es preciso hallar urgente una solución integral”, añaden.

Los tres secretariados reclaman finalmente a toda la comunidad cristiana, a las organizaciones sociales, a todas las personas de buena voluntad y a los poderes públicos que protejan “con especial cuidado” a los inmigrantes y sus derechos.

En el nº 2.808 de Vida Nueva.

 

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