Escuelas Católicas apoya la reforma educativa

niños en el aula en un colegio católico

Reclama que sea consensuada y duradera, y valora el refuerzo de las materias básicas

niños en el aula en un colegio católico

F. OTERO | El pasado 29 de junio, el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, llevó al Consejo de Ministros las líneas generales de lo que será una nueva reforma educativa que, esta vez, se tramitará a través de una ley orgánica. Una modificación que, tal y como explicó el propio Wert, espera contar con el consenso de grupos políticos y comunidad educativa.

Esta modificación prevé adelantar a 3º de ESO la elección de itinerarios, mientras que 4º pasará a ser “un curso de iniciación” con dos vías: hacia Bachillerato o hacia la Formación Profesional (FP). Además, se contempla la ampliación y refuerzo de materias instrumentales como el inglés, las matemáticas, la lengua o las ciencias; también pruebas de evaluación al final de cada etapa.

Ante este anuncio, Escuelas Católicas señala, en primer lugar, que es de valorar “positivamente” la invitación al diálogo amplio y abierto a todos los sectores. En concreto, aplaude que se refuercen las materias instrumentales, aunque muestra cautela a la espera de conocer cuáles serán las asignaturas excluidas.

También ve positivo que se incluyan pruebas al final de cada etapa, “siempre que tengan un carácter principalmente motivador”. “En concreto, respecto a una evaluación al finalizar la Primaria, consideramos que dicha prueba debería ser sobre contenidos muy elementales o básicos, que permita objetivar si un alumno ha alcanzado el nivel mínimo para pasar (…). En el caso de ESO y Bachillerato reconocemos su importancia, pero siempre que no sea excluyente”, explica en un comunicado.

Sobre la modificación de itinerarios, Escuelas Católicas destaca que, siendo importante la estructura del sistema, “lo más relevante es la autonomía real que tengan los centros para afrontar y desarrollar proyectos educativos atractivos”.

Impacto económico

Finalmente, pide que todas estas medidas vayan acompañadas por un estudio de impacto económico “atendiendo a las circunstancias actuales y que, en ningún caso, conlleve costes de inversión para los centros, de tal forma que permita implantar propuestas pedagógicas mucho más estimulantes”.

Por su parte, la Confederación Católica de Asociaciones de Padres de Alumnos y Padres de Familia (Concapa) cree que la reforma “está bien encaminada” y valora las pruebas objetivas, el aumento de carga lectiva en las materias troncales o la autonomía del centro. Aun así, echa en falta que se establezca una carrera docente, que se considere a la familia como pieza clave en esta reforma y, sobre todo, que se incluya una memoria económica que haga viable la reforma.

En el nº 2.808 de Vida Nueva.

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