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Los Evangelios y el Leccionario. Domingos del Tiempo Ordinario. Ciclo B


Un libro de Juan Martín Aguirre Iruiñ (PPC, 2011). La recensión es de Enrique Cabezudo

Los Evangelios y el Leccionario Ordinario B, Aguirre Iruiñ, PPC

Los Evangelios y el Leccionario. Domingos del Tiempo Ordinario. Ciclo B

Autor: Juan Martín Aguirre Iruiñ

Editorial: PPC, 2011

Ciudad: Madrid

Páginas: 192

ENRIQUE CABEZUDO | Antes de predicar hay que entender. Por eso vienen bien los libros que nos ayudan a entender lo que hemos de predicar. Este libro de Juan Martín Aguirre Iruiñ nos abre camino para entender el Evangelio de Marcos en el contexto del leccionario dominical.

El autor es un sacerdote de San Sebastián que lleva más de 50 años de labor pastoral como profesor en el Centro de Estudios Teológicos del Seminario de su diócesis y en parroquia, y que en 2000 publicó también un libro sobre la Eucaristía: “Este es el sacramento de nuestra fe”. La celebración de la eucaristía (Idatz).

Además, de lo que nos dice en su introducción podemos deducir que está preparando la publicación de los comentarios correspondientes a los otros dos ciclos del leccionario dominical. Este trabajo como profesor y pastor garantizan ya que su obra no es una exposición fría y teórica, sino elaborada al calor de la preocupación por una predicación viva y eficaz de la Palabra de Dios.

El mismo Aguirre Iruiñ, en la breve introducción, especifica bien sus propósitos y su método de exposición: quiere ayudar a los que tienen que predicar los domingos.

Parte de una presentación de los criterios litúrgicos que han llevado a la selección de los textos del Evangelio según san Marcos que se contienen en el Leccionario B. Esta presentación litúrgica resulta de gran ayuda para el que tiene que contextualizar la predicación no solo bíblica y ambientalmente, sino también en el momento celebrativo concreto.

Para explicar el porqué de cada texto en la narración de Marcos, insiste continuamente en la estructura del Evangelio, reconociendo que es solo una de las que se pueden proponer, pero que es necesaria para “descubrir la razón de por qué el autor ha querido agrupar de esta manera y no de otra el material recibido”. Esta insistencia en la estructura es uno de los aciertos mayores del libro.

La finalidad litúrgica de la obra le lleva a dar importancia a las frases que preceden a cada perícopa evangélica en el leccionario, pues en ellas se nos orienta para centrar el tema de la predicación. Por otra parte, no descuida la exégesis, que no concibe como algo independiente del comentario pastoral, “ya que a veces no es fácil distinguir ambos campos”.

El libro es muy rico en material de trabajo y reflexión. No es un comentario para ser leído de pasada. No son tampoco homilías elaboradas para utilizar directamente con pocas adaptaciones. Es un material de estudio y de reflexión. Hace falta ponerse a leer con papel y lápiz delante para estudiar lo que se nos ofrece y, una vez conocido y comprendido, disponerse a la reflexión personal, que, unida a la reflexión sobre la vida presente, desemboca en la predicación actualizada de la Palabra de Dios.

Es de agradecer que, aunque el libro se ciña al Evangelio según san Marcos, recoja también las perícopas del Evangelio según san Juan que contienen el discurso del Pan de Vida (Juan 6) que se introducen en el Leccionario B para los domingos 17 al 21 del Tiempo Ordinario. De este modo, no se produce un vacío en los comentarios para la predicación.

Ojalá que el autor publique también los comentarios a los demás ciclos litúrgicos siguiendo este mismo método.

En el nº 2.807 de Vida Nueva.

Actualizado
29/06/2012 | 08:57
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