El Papa quiere restablecer el clima de confianza en la Curia

Greg Burke, nuevo consejero de comunicación de la Secretaría de Estado del Vaticano

Benedicto XVI se reúne con cardenales y jefes de dicasterio para diseñar la estrategia

reunión del papa Benedicto XVI con cardenales

Reunión del Papa con cardenales (imagen de archivo)

ANTONIO PELAYO. ROMA | La reacción parece que comienza a dar sus primeros pasos, que en el Vaticano rara vez son precipitados o espectaculares (“Despacito y con buen pie”, que dice el refranero). Después de meses de desconcierto, se están perfilando en el horizonte una serie de medidas destinadas a atajar la sensación de cuasi parálisis en las altas esferas del gobierno eclesial.

Aún no es fácil dilucidar si se trata solo de taponar la hemorragia o si se va a ir más a fondo en la medicación e incluso en la cirugía. Podría haber sorpresas, pero que nadie las espere en fechas inmediatas.

De momento, Benedicto XVI parece decidido a profundizar su visión de las cosas y está multiplicando sus encuentros con hombres de su confianza. El sábado 23 a las 10:00 h. de la mañana en la Sala Bolonia del Palacio Apostólico, presidió la reunión de los jefes de dicasterio de la Curia romana, cuya agenda nunca se hace pública. Estaba presente, naturalmente, el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado.

Pero la novedad es que esa misma tarde, a las 18:00 h., convocó otra reunión cardenalicia más restringida, a la que asistieron el cardenal George Pell, arzobispo de Sydney; el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos; el cardenal Jean-Louis Tauran, presidente del Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso; el cardenal Camillo Ruini, vicario emérito de Su Santidad para la Diócesis de Roma y expresidente de la Conferencia Episcopal Italiana; así como el cardenal Jozef Tomko, prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.

Esta segunda reunión suscitó la curiosidad de los observadores e interpretaciones, en algunos de los casos, desproporcionadas. Tanto es así que el padre Federico Lombardi consideró prudente hacer algunas matizaciones a la agencia de noticias ANSA, invitando a la prudencia a la hora de sacar conclusiones.

“Se dan lecturas –dijo el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede– muy parciales de los encuentros con los cardenales; no tiene sentido leerlos en clave negativa en relación con el secretario de Estado, que, por lo demás, en el encuentro de los dirigentes de los dicasterios desarrolló, como normalmente, un papel de primer plano”. También insistió en que el objetivo del Papa era “ayudar a restablecer el deseado clima de serenidad y confianza en el servicio de la Curia romana”.

La nota del portavoz da por descontado que Ratzinger aprovechará la presencia en Roma de 48 purpurados y arzobispos que recibirán el palio en la festividad de San Pedro y San Pablo para invitarles a exponerle personalmente sus reflexiones y posibles medidas para frenar el impacto de Vatileaks.

Entre ellos se cuentan el arzobispo de Berlín, el cardenal Rainer Maria Woelki (actualmente, el miembro más joven del Colegio Cardenalicio), y el de Guadalajara, cardenal Francisco Robles Ortega. Otros están llamados a formar parte de la lista del próximo consistorio, como el patriarca de Venecia, monseñor Francesco Moraglia; el capuchino Charles J. Chaput, nombrado arzobispo de Filadelfia en julio de 2011; o el también joven (55 años) arzobispo de Manila, Luis Antonio Tagle, entre otros.

papa Benedicto XVI con cardenal Tarcisio Bertone

El cardenal Bertone y Benedicto XVI

El futuro de Bertone

La pieza clave en torno a la cual giran algunos de los episodios de este escándalo sigue siendo el cardenal Bertone, a propósito del cual las fuentes vaticanas están divididas sobre su posible cese o su mantenimiento en el cargo.

A favor de la primera tesis se esgrime el hecho incuestionable de su edad, 78 años en diciembre, y las críticas que suscita en no insignificantes sectores de la Curia su gestión al frente del más potente organismo curial. En contra se argumenta siempre la confianza que en él tiene depositada el Papa y la dificultad para una persona de 85 años par cambiar de colaborador.

Otro cambio muy sustantivo en la Curia parece que podría producirse en fechas más inmediatas (el Papa irá a Castel Gandolfo el 3 de julio). La salida de Doctrina de la Fe del cardenal William J. Levada se da como inminente, y siguen en pie las candidaturas del cardenal Angelo Amato, actual prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos (que acaba de cumplir 74 años en junio), y la del obispo de Ratisbona, monseñor Gerhard Ludwig Müller (nacido en Maguncia el 31 de diciembre de 1947).

En vísperas de la festividad de San Pedro –fecha muy propicia a los nombramientos– se han hecho públicos los siguientes: como archivista y bibliotecario de la Iglesia Romana, el dominico francés Jean-Louis Bruguès, OP, hasta ahora secretario de la Congregación para la Educación Católica. Sustituye al cardenal Raffaele Farina, salesiano, que ha desempeñado dicho cargo desde junio de 2007.

El nuevo presidente del Pontificio Consejo para la Familia es Vincenzo Paglia, obispo de Terni-Narni-Amelia, personalidad muy ligada a la Comunidad de Sant’Egidio y presidente de la Federación Bíblica Católica. Sucede al cardenal Ennio Antonelli semanas después del VII Encuentro Mundial de las Familias que tuvo lugar en Milán con la presencia del Papa.

Se ha nombrado como vicepresidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei a Joseph A. Di Noia, dominico estadounidense que desde junio de 2009 ejercía como secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, cuyo prefecto es el cardenal español Antonio Cañizares. Este cargo es de nueva creación.

El nuevo secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos es Arthur Roche, obispo de Leeds, que realizó sus estudios eclesiásticos en Chester y después en el Real Colegio de los Ingleses de Valladolid, lo que le permite hablar un perfecto castellano.

Greg Burke, nuevo consejero de comunicación de la Secretaría de Estado del Vaticano

El periodista Greg Burke

El tanzano Protase Rugambwa, obispo de Kigoma, accede al puesto de secretario adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, sucediendo al italiano Piergiuseppe Vacchelli. Y el polaco Krzysztof J. Nykiel sustituye al italiano Gianfranco Girotti como regente de la Penitenciaría Apostólica.

Greg Burke, nuevo consejero de comunicación

Nombramiento inesperado pero muy oportuno ha sido el del periodista norteamericano Greg Burke como consejero de comunicación en la Secretaría de Estado. Esta responsabilidad la ejercieron en el pasado monseñores como Crescenzio Sepe (hoy cardenal arzobispo de Nápoles), pero ahora ha recaído en un seglar de 52 años miembro del Opus Dei y con funciones algo diversas aún no bien especificadas.

“No tengo planes –ha dicho al Corriere della Sera– ni me hago ilusiones, aunque espero poder echar una mano para que esa antigua máquina de comunicación pueda dar algún paso adelante (…). Mi nombramiento revela que se han dado cuenta de la necesidad de prestar atención a los medios de comunicación, no solo en el momento de la comunicación, sino también en el de la preparación de lo que va a ser comunicado”. [ENTREVISTA: Greg Burke: “Espero cambiar la mentalidad del Vaticano”]

Instrumentum laboris para el Sínodo

Por otra parte, el lunes 19 de junio fue presentado a los medios de comunicación el Instrumentum laboris de la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos que tendrá lugar en Roma del 7 al 28 de octubre, sobre el tema La nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana.

Es un texto de 80 páginas que recoge las aportaciones de las conferencias episcopales, de los Sínodos de las Iglesias orientales, de los dicasterios de la Curia romana y de las órdenes religiosas.

En su presentación, el secretario general del Sínodo, el arzobispo croata Nikola Eterovic, destacó que la nueva evangelización no es ni un movimiento estratégico ni mucho menos un intento de elaborar un nuevo Evangelio, sino el deseo de “ofrecer una respuesta adecuada a los signos de los tiempos, a las necesidades de los hombres y pueblos de hoy, a los nuevos escenarios que muestran la cultura a través de la cual expresamos nuestra identidad y buscamos el sentido de nuestras existencias”.

El 21 de junio, Rino Fisichella, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, presentó el Año de la fe, que, como ya hemos informado, se desarrollará entre el 11 de octubre de 2012 y el 24 de noviembre de 2013. Se hizo público ese día el calendario de los más importantes acontecimientos que tendrán lugar durante esos doce meses y de los que nos ocuparemos en su momento.

En el nº 2.807 de Vida Nueva.

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