“Queda mucho para la renovación real de la liturgia”

cardenal Marc Ouellet en el 50 Congreso Eucarístico de Dublín

Benedicto XVI se hace presente en el 50º Congreso Eucarístico Internacional de Dublín

cardenal Marc Ouellet en el 50 Congreso Eucarístico de Dublín

El cardenal Ouellet, en la apertura del Congreso

MARÍA GÓMEZ | Del 10 al 17 de junio, Dublín se ha convertido en el epicentro mundial de la Eucaristía. Expertos de 120 países se dieron cita en la capital irlandesa para participar en el 50º Congreso Eucarístico Internacional, donde reflexionaron al hilo del lema del evento: La Eucaristía: comunión con Cristo y entre nosotros. [Benedicto XVI: “Ha habido muchos malentendidos en la liturgia desde el Vaticano II”]

También Benedicto XVI quiso hacerse presente en el encuentro, a través de un videomensaje que se emitió en la clausura y que dejó dos ideas principales: la primera, sobre la liturgia y lo “mucho que queda por hacer” para su “renovación real”; la segunda, sobre los abusos sexuales a menores por parte de sacerdotes y religiosos.

Por empezar por el objetivo del Congreso, al Papa le preocupan los “muchos malentendidos e irregularidades” que se han producido en la liturgia después del Vaticano II.

El Concilio, aseguró el Pontífice, “puso en marcha la más amplia renovación del rito romano que jamás se haya conocido”, promoviendo “la participación plena y activa de los fieles en el sacrificio eucarístico”. “La renovación de las formas externas querida por los Padres Conciliares se pensó para que fuera más fácil entrar en la profundidad interior del misterio”.

“Sin embargo –continuó–, la revisión de las formas litúrgicas se ha quedado con cierta frecuencia en un nivel externo, y la ‘participación activa’ se ha confundido con la mera actividad externa”. Así, “queda todavía mucho por hacer en el camino de la renovación litúrgica real”.

Entre otros factores que han de contribuir a esta “renovación real”, Benedicto XVI apuntó que la Eucaristía es el culto de toda la Iglesia, pero que requiere además el pleno compromiso de cada cristiano; que implica una llamada a ser pueblo santo de Dios, pero también a la santidad personal; que ha de celebrarse con alegría y sencillez, pero tan digna y reverentemente como sea posible; y que invita a arrepentirnos de nuestros pecados y, a la vez, a perdonar a nuestros hermanos.

Nueva reprimenda a los pederastas

Por otra parte, el Papa fue muy duro con los sacerdotes y consagrados que abusaron de niños confiados a su cuidado, “socavando la credibilidad del mensaje de la Iglesia”.

Y, relacionando este terrible crimen con la Eucaristía, reflexionó: “¿Cómo se explica que personas que reciben regularmente el cuerpo del Señor y confiesan sus pecados en el sacramento de la Penitencia hayan pecado de esta manera? Sigue siendo un misterio. Pero, evidentemente, su cristianismo no estaba alimentado por el encuentro gozoso con Cristo: se había convertido en una mera cuestión de hábito”.

Unas 80.000 personas participaron en la clausura del Congreso, que tuvo lugar en Croke Park. El resto del programa se había desarrollado en el Royal Dublin Society Arena, con ponentes de la talla de los cardenales Seán Brady, André Vingt-Trois, Peter K. A. Turkson, Óscar A. Rodríguez Maradiaga o Robert Sarah; el patriarca latino de Jerusalén, Fouad Twal; y exponentes de otras Iglesias cristianas, así como otros sacerdotes, religiosos y laicos. Durante las sesiones, se abordó la comunión desde las perspectivas del bautismo, el matrimonio y la familia, el sacerdocio, la reconciliación y el sufrimiento y la curación.

“Mañana debemos empezar de nuevo nuestras catequesis para prolongar los frutos de este Congreso Eucarístico para una dinámica Nueva Evangelización”, invitó Diarmuid Martin, arzobispo de Dublín, en unas agradecidas palabras en la clausura. “El extraordinario interés que se ha mostrado estos días en los talleres y catequesis nos dice cuánta sed hay en nuestra comunidad católica de profundizar en la comprensión de nuestra fe”.

El próximo Congreso tendrá lugar en Cebú (Filipinas) en 2016.

El cardenal Ouellet pide perdón a las víctimas de abusos

El cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, que acudió al Congreso Eucarístico Internacional de Dublín en calidad de legado papal, se reunió con un grupo de víctimas de abusos perpetrados por sacerdotes y religiosos, que contaron sus experiencias y cómo estas han afectado a sus vidas.

El cardenal, conmovido por los relatos, pidió perdón por los crímenes sucedidos no solo en Irlanda, sino en toda la Iglesia: “La tragedia de los abusos sexuales a menores perpetrados por cristianos, especialmente cuando son obra de miembros del clero, es una fuente de gran vergüenza y enorme escándalo”.

Ouellet reafirmó el compromiso de la Iglesia por proporcionar un ambiente de seguridad a los más pequeños.

En el nº 2.806 de Vida Nueva.

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