El futuro del planeta pasa por un desarrollo solidario

Cumbre Río+20 manifestación de ecologistas

Cáritas Internacional llama a la Cumbre Río+20 a cambiar el paradigma actual de sostenibilidad

Cumbre Río+20 manifestación de ecologistas

J. L. CELADA | Cáritas Internacional ha hecho un llamamiento a los líderes mundiales reunidos en la Cumbre Río+20 para que impulsen un “cambio de paradigma” que sitúe “la dignidad y el bienestar de hombres y mujeres en el centro de toda acción”. [El futuro del planeta pasa por un desarrollo solidario – Extracto]

En vísperas de la Conferencia de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, convocada del 20 al 22 de junio en la ciudad brasileña, la organización católica ha difundido una declaración instando a los participantes a tener presente dicha perspectiva en los compromisos que se adopten, para que este encuentro sea “un mensaje de esperanza para la humanidad y, sobre todo, para los pobres y excluidos”.

Reafirmando su enfoque de “un desarrollo integral humano solidario”, Cáritas apela al respeto y aplicación de los derechos humanos, y sitúa la erradicación del hambre, la pobreza extrema y la exclusión como “prioridades fundamentales”. Su propósito último: “Alcanzar una sociedad basada en los principios de la fraternidad, la justicia, la equidad y la solidaridad”.

Para ello, el texto de la entidad caritativa establece cinco desafíos para el futuro. El primero se dirige a los líderes del planeta, a los que reitera la necesidad prioritaria de luchar contra el hambre y asegurar el derecho a la alimentación. “La única hambre que deberíamos sufrir –se puede leer– es hambre de justicia, equidad, sostenibilidad ecológica y corresponsabilidad”.

Mantener “la visión contenida en los Objetivos de Desarrollo del Milenio”, y el consiguiente compromiso de aplicación, constituye la segunda gran propuesta. Dado que se trata de “una hoja de ruta para el desarrollo sostenible y un mundo más equitativo”, desde Cáritas subrayan la importancia de que tales objetivos “contengan compromisos por parte de los países desarrollados para implicarse en la promoción de un modelo de desarrollo a favor del bienestar de toda la humanidad”.

Cuidado de la creación

Un tercer reto invita a que “la capacidad transformadora del ser humano sea utilizada para el cuidado de la creación”. En su opinión, la “máxima sostenibilidad ecológica” pasa por incentivar ideas, proyectos y medidas que cuiden del medio ambiente.

“El ambiente como ‘recurso’ pone en peligro el ambiente como ‘casa’”, advierten los firmantes, en clara alusión a la extendida explotación de los recursos naturales a modo de “conquista”. Esta práctica acarrea una “incontrolada transformación del territorio”, favoreciendo una mayor vulnerabilidad, sobre todo entre los pueblos más desfavorecidos.

En cuarto lugar, Cáritas defiende la idea de una “economía verde”, pero basada en la equidad y la solidaridad, no en el mercado. Frente a la privatización de los bienes comunes o el crecimiento como única meta, la declaración remite a la Doctrina Social de la Iglesia y su experiencia en la búsqueda de “nuevas maneras de distribución” que privilegien a la persona, “sobre todo a los sujetos más vulnerables”.

Finalmente, en este 20º aniversario de la histórica Cumbre de la Tierra de Río, la organización eclesial convoca a los líderes reunidos en Brasil a definir “un nuevo contrato social”, el que distingue a los ciudadanos responsables y preocupados por el bien común.

Se trataría de desarrollar “un código de conducta para una ciudadanía global solidaria”, lo que implica optar por “maneras de vivir que favorezcan el desarrollo, cuiden el medio ambiente y reduzca los efectos negativos para los más pobres”. Democracia participativa, dignidad humana, desarrollo sostenible y distribución de la riqueza tienen la clave.

Mensaje de esperanza

Diversos representantes eclesiales y de la sociedad civil de todo el mundo, agrupados bajo la alianza internacional de agencias católicas de desarrollo (CIDSE), han hecho pública también una declaración en la que llaman a los participantes en Río+20 a ejercer su liderazgo político, para “replantear y recuperar el control sobre el futuro de la familia humana”.

El texto –que lleva la firma, entre otros, del arzobispo de Huancayo (Perú) y presidente del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM, Pedro Barreto, o de la presidenta de Manos Unidas, Myriam García Abrisqueta– confía en que el encuentro en tierras brasileñas “finalice con un mensaje bien fundamentado de esperanza para todas las generaciones venideras”.

En el nº 2.806 de Vida Nueva.

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