Los jóvenes de la JOC no se resignan a un futuro en precario

chicos jóvenes estudiando en escuela y haciendo un examen

chicos jóvenes estudiando en escuela y haciendo un examen

VIDA NUEVA | Los jóvenes, víctimas propiciatorias de esta crisis económica y financiera, no quieren resignarse al futuro en precario que les auguran todos los informes. Por eso, miembros de la Juventud Obrera Cristiana (JOC) de España, Portugal e Italia, se reunieron en la ciudad italiana de Turín el 4 de junio para reflexionar sobre algunas cuestiones comunes que afectan a los jóvenes de estos países.

Entre ellas, una muy preocupante tasa de paro (entre el 35% y el 52%), una muy elevada tasa de abandono escolar (20%), la saturación de alumnos en las aulas frente a un descenso de profesores o el repunte en el número de quienes ni estudian ni trabajan (un 22%).

A la vista de la situación, los jóvenes cristianos de tres de los países europeos más afectados por las turbulencias económicas denuncian la falta de inversión de los gobiernos en educación y empleo juvenil, critican el aumento de tasas en educación, “que está creando una desigualdad entre los jóvenes para acceder a su formación, con las consiguientes dificultades futuras para acceder al mercado laboral”, y abogan por un pacto de Estado para que la educación “no esté sujeta a ideologías políticas” que cambien según el Gobierno.

Asimismo, reprochan a los políticos su “excesiva preocupación por las estadísticas (jóvenes con titulación o generación de empleos), quedando en el olvido todas las cuestiones referentes, por ejemplo, a la calidad de la enseñanza o al sufrimiento y la pobreza de tantos jóvenes”.

La denuncia de estas situaciones dramáticas –según el comunicado difundido– parte “desde nuestra identidad cristiana”, de un “compromiso” con los “jóvenes que están perdiendo posibilidades para su formación, empezándose a generar una sociedad con menor cultura y, por tanto, más fácilmente manipulables, como si la persona y la educación fueran objetos mercantilizables”.

Por ello, reafirman su corresponsabilidad y solidaridad “hacia las futuras generaciones que pagarán el coste de los recortes que se están realizando” y manifiestan su voluntad de continuar su misión junto a los jóvenes y a trabajar en red con otras organizaciones, “convencidos del lugar central que debe ocupar la persona en toda actividad política, económica y social”.

En el nº 2.805 de Vida Nueva.

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