P. Solalinde: “¡Volveré con mayores bríos!”

Alejandro Solalinde, sacerdote mexicano amenazado de muerte

El sacerdote mexicano abandona el país tras amenazas por su defensa de los migrantes

Alejandro Solalinde, sacerdote mexicano amenazado de muerte

FERNANDO MENDOZA J. MÉXICO DF | Aconsejado por diversas instituciones gubernamentales, organismos de la sociedad civil y entidades eclesiales, el P. Alejandro Solalinde se ha retirado temporalmente del Albergue para Migrantes Hermanos en el Camino, de Ixtepec (Oaxaca), “hasta que se enfríe la situación” y puedan darse las condiciones necesarias para su regreso a México. [P. Solalinde: “¡Volveré con mayores bríos!” – Extracto]

El P. Solalinde ha sido amenazado de muerte por el crimen organizado en al menos seis ocasiones durante los dos últimos meses, la última de ellas el pasado 21 de abril, por su apoyo decidido a favor de los migrantes.

En rueda de prensa antes de abandonar por unas semanas el país, el sacerdote, de 67 años, anunció que se tomaría un retiro táctico. “No son vacaciones, no soy un turista, soy un misionero, y un misionero no abandona su misión”, dejó en claro. Mencionó que recibió el consejo de alejarse por un tiempo de la Secretaría de Gobernación, la Procuraduría General de la República, la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Amnistía Internacional, las Brigadas Internacionales de la Paz y de la Pastoral de Movilidad Humana de la Región Pacífico Sur del Episcopado mexicano.

Situación “muy delicada”

“La situación está muy delicada”, reveló que le advirtieron estas instituciones, “y lo mejor es que se enfríen un poco las cosas”. De ahí la decisión de retirarse temporalmente. Este tiempo –dijo– “servirá para que las autoridades puedan investigar” las amenazas que ha recibido por parte del crimen organizado, debido a su trabajo de defensa y solidaridad con los migrantes centro y sudamericanos al atravesar el sur del país en busca de trabajo y mejores condiciones de vida.

Fue tajante: “Lo hago por obediencia”. Afirmó: “¡Volveré con mayores bríos! Pero quiero decir que si nos pasa algo a mí, a mi equipo o al albergue migrante, yo sí señalaría, por ejemplo, a Ulises Ruiz, aunque no es el único”.

En este sentido, desde el Albergue de Migrantes Hermanos en el Camino, que el P. Solalinde fundó hace cinco años, se afirma que su ausencia temporal no significa que “deje la misión que ha venido realizando con nuestros hermanos y hermanas migrantes; mucho menos que cesen las actividades que está llevando a cabo el albergue. Seguiremos haciendo la obra que Cristo nos ha encomendado, a pesar de estos últimos hechos y lo que se pudiera suscitar más adelante”. “Nadie es indispensable en el albergue”, sentenció el defensor de los migrantes.

El P. Solalinde pasará estas próximas semanas en los Estados Unidos, Canadá y Europa. Durante este recorrido participará en foros y conferencias para dar a conocer la situación de los migrantes de México y de los que cruzan por el país.

En una conferencia pronunciada en la Ciudad de México el pasado febrero, había dicho que para él “no se trata de migrantes hondureños, guatemaltecos o de cualquier nacionalidad; para mí es Nuestro Señor quien viaja, es la imagen de Jesucristo que está en cada uno de nosotros y merece respeto por el simple hecho de su naturaleza humana”.

No se sabe con certeza el tiempo que permanecerá fuera del país. Lo cierto es que regresará. Y su regreso será como lo dijo: “A mi misión, al trabajo que tengo encomendado, y que no pienso dejar”.

Al hablar al respecto, Carlos Aguiar, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del Consejo Episcopal Latinoamericano, destacó el papel de la Iglesia católica a favor de los migrantes y alabó el trabajo de los agentes de pastoral que desempeñan esa labor.

Lamentó las amenazas que han recibido por realizar su misión, pero señaló que “el trabajo a favor de los migrantes se mantiene, aunque haya los riesgos que haya que afrontar”. Según el arzobispo de Tlalnepantla, las amenazas, lejos de amedrentar la labor, han provocado que se apoye más a las comunidades para hacer crecer estas casas de atención a los migrantes en los puntos más delicados por el sistema ferroviario.

Iglesia con la gente

Por su parte, el nuncio en México, Christophe Pierre, reconoció que en el país “hay una Iglesia que está con la gente… y estoy muy orgulloso de ver una Iglesia del lado de los migrantes”.

Un día después del anuncio del P. Solalinde, el Congreso de la Unión lamentó la partida temporal del sacerdote y solicitó a la Procuraduría General de la República coadyuvar con las investigaciones que realice la procuraduría estatal, y a los tres órdenes de gobierno, que detengan la xenofobia y agresiones en contra de las personas migrantes y sus defensores.

En el nº 2.804 de Vida Nueva.

INFORMACIÓN RELACIONADA

Compartir