Crece el número de católicos en el País Vasco

Vista de la catedral de San Sebastián

Un estudio del Gobierno autónomo concluye que la sociedad vasca no tiene una percepción negativa de la religión

Vista de la catedral de San Sebastián

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FRAN OTERO | No son buenos tiempos para la Iglesia. Aunque muchos, cada vez son menos los que asisten cada domingo a la Eucaristía, son menos las vocaciones al sacerdocio y también a la Vida Consagrada. Estamos en eso que se ha dado en llamar invierno eclesial. Sin embargo, algunos estudios sociológicos –la mayoría no son favorables– invierten esta situación, aunque poco. [Crece el número de católicos en el País Vasco – Extracto]

Es el caso del nuevo informe –no es el primero– que el Gobierno Vasco ha realizado sobre la diversidad religiosa en Euskadi, con fecha de mayo de 2012. Las respuestas resultan interesantes, sobre todo, si se comparan con el anterior estudio, de noviembre de 2011.

Así, es significativo el aumento de los que se definen católicos practicantes, del 22% al 26%, así como de los que dicen ser católicos aunque no practiquen, del 41% al 47%.

En total, un 73% se declara católico, 10 puntos porcentuales más que en 2011. Este aumento va acompañado de un descenso de los creyentes de otras religiones (del 4% al 2%) y de los que dicen ser ateos, agnósticos o no creyentes (del 31% al 25%).

En ese 2% de los que pertenecen a otra religión, una parte importante, el 26%, se adscribe al protestantismo (protestantes, evangélicos y presbiterianos), al que siguen el budismo (16%) e islam (13%). Hay presencia, aunque menos significativa dentro de los creyentes de otras religiones, de ortodoxos y Testigos de Jehová.

En general, la población vasca no tiene una percepción negativa de la religión. De hecho, en una escala de 0 a 10, la importancia que otorga a sus creencias religiosas es de 5, o cuando se le pregunta sobre la valoración que tiene de las minorías religiosas en Euskadi, el 51% afirma que ni bien ni mal y el 33% dice que bien. Los que tienen una percepción negativa se limitan al 8%.

Precisamente, respecto a los creyentes de otras religiones, una gran parte de la sociedad vasca (44%) cree que “enriquecen la vida cultural” de la comunidad, frente al 26% que lo niega. En cambio, la diferencia se agranda cuando se pregunta si creen que sus prácticas religiosas ponen en peligro el estilo de vida en Euskadi: el 63% dice que no, mientras que un 14% cree que sí.

Tampoco a la sociedad vasca le molestaría tener como vecinos a personas creyentes católicos (98%), musulmanes (78%), Testigos de Jehová (84%), evangélicos/protestantes (85%) y otros (93%).

Las respuestas se reparten cuando se interpela sobre el nivel de colaboración actual entre la Iglesia católica y las instituciones públicas, pues el 44% cree que colaboran algo o mucho, mientras que el 38% afirma que actúan independientemente.

Eso sí, la gran mayoría es partidaria de que sigan trabajando del mismo modo o incluso amplíen la colaboración (58%). Un 29% cree que deberían colaborar menos. Los porcentajes también cambian cuando el actor religioso pasa a ser una minoría, pues tan solo un 25% de los vascos creen que las instituciones públicas colaboran algo o mucho con otras religiones, frente al 47% que opina que actúan con independencia. Un 54% cree que deberían colaborar más.

Trato igualitario

Finalmente, una gran mayoría, un 61%, apunta que hay que dar un trato igualitario a todas las religiones, a la que se añade el 68% que piensa que las instituciones públicas no tienen que entrar en el ámbito religioso.

En relación con los centros de culto, la mayoría de los vascos (73%) cree que todas las religiones tienen derecho a tener e instalar sus centros de culto. Un 11% opina que algunas religiones sí y otras no, de los que un 49% cree que no deberían autorizarse centros de culto del islam.

Hay división de opiniones cuando se plantea si los ayuntamientos deben reservar suelo en los planes de ordenación urbana para usos religiosos. Un 38% lo ve mal o muy mal; un 33%, ni bien ni mal; y un 23% bien o muy bien. Sí considera conveniente o bastante conveniente una gran mayoría (63%) que las insituciones públicas fijen unas normas para regular la presencia y apertura de centros de culto. En cualquier caso, para los vascos, no sería un problema tener cerca de su casa un templo de cualquier religión, aunque sí se percibe que los porcentajes descienden cuando se habla de un centro musulmán.

En definitiva, el estudio del Gobierno Vasco plantea un escenario católico en su mayoría, en el que existe la tolerancia. Por las respuestas de los encuestados, se percibe que en el País Vasco la convivencia es natural, aunque todavía existen algunos prejucios ante algunas religiones allí minoritarias, sobre todo, el islam.

En el nº 2.804 de Vida Nueva.

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