RAFAEL QUINTANILLA. LIMA | Mientras diversas instituciones eclesiales (Instituto Bartolomé de Las Casas, Centro de Estudios y Publicaciones, Centro Loyola de Ayacucho y de Piura, Congregación de los Oblatos…) han venido manifestando su solidaridad con Pedro Barreto frente a las amenazas contra su vida recibidas semanas atrás, nuevamente el Arzobispado de Huancayo se manifestó el 13 de abril para expresar su preocupación por los trabajadores de la empresa minera Doe Run ante una anunciada “liquidación en marcha”.
Su pronunciamiento recuerda que, ya en febrero de 2005, la Solución integral al problema de salud ambiental y laboral en La Oroya y la recuperación de la cuenca del río Mantaro incluía la situación laboral de los trabajadores, y que, en 2003 y 2008, Barreto apoyó social y legalmente a los trabajadores despedidos del Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO) hasta lograr su reposición.
En la segunda parte del documento, el también vicepresidente de la CEP reitera la posición recogida en su comunicado del 29 de febrero pasado, en cuanto a condicionar el reinicio de las operaciones del CMLO solo después de que se haya concluido el Programa de Adecuación Medio Ambiental (PAMA).
En el nº 2.797 de Vida Nueva.
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