Editorial

Acompañar la iniciación

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EDITORIAL VIDA NUEVA | Estas semanas, las iglesias registran un bullicio especial, lleno de risas, nervios y de la simpática solemnidad que asoma en los rostros de miles de niños y niñas que sellan con su Primera Comunión un paso más, trascendental, en su camino de fe. Sin embargo, en no pocas ocasiones, esa será la última vez que se acerquen al Cuerpo de Cristo.

La Iglesia es muy consciente de esa problemática y trata de buscarle soluciones que, en todo caso, el ruido ambiental de una sociedad secularizada asfixia con frecuencia. ¿Que se puede hacer?

Tal vez sea el momento de volver a lo esencial, de redignificar un sacramento que parece apagado por los efectos especiales que le están convirtiendo en un acto social más. Y para ello, junto a nuevos lenguajes y métodos en la catequesis, es fundamental la implicación de toda la familia. Sin ella, serán pocos los hijos que se animen a dar el siguiente paso.

En el nº 2.803 de Vida Nueva. Del 2 al 8 de junio de 2012.

 

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