Emili Turú: “La escuela católica va a ser el único contacto de muchos niños con la Iglesia”

Superior general de los Hermanos Maristas

Emili Turú, superior general Hermanos Maristas

Texto y fotos: DARÍO MENOR | El catalán Emili Turú es, desde septiembre de 2009, superior general de los Hermanos Maristas, la congregación fundada por san Marcelino Champagnat a principios del siglo XIX para asistir a los niños y jóvenes desfavorecidos, sobre todo en el campo educativo. El hermano Turú analiza la situación del Instituto y lamenta que una parte de la jerarquía eclesiástica no reconozca lo suficiente a los religiosos que, como los maristas, no son ordenados sacerdotes.

– ¿Puede ser la escuela, sobre todo en los países más descristianizados, un lugar para la nueva evangelización?

– En los países más secularizados, para muchos niños y jóvenes la escuela va a ser su único contacto con la Iglesia. En muchos casos, la familia no lo va a ser y la sociedad no lo va a facilitar, por lo que la clave está en la escuela. Supone un privilegio y una responsabilidad acerca de la imagen de Iglesia y el tipo de evangelización que estamos ofreciendo. Nuestras aspiraciones son discretas, pues no podemos suplir a la familia, pero somos conscientes de que suponemos el único contacto con la Iglesia. Si este contacto es positivo, el recuerdo va a permanecer. Puede abrir posibles relaciones posteriores con la Iglesia en movimientos juveniles o en las parroquias.

El valor de los no ordenados

– ¿Considera que la jerarquía eclesiástica valora lo suficiente a los religiosos que optan por no ser sacerdotes?

– Hay que destacar la importancia de ser hermano hoy en la Iglesia. Es una vocación peculiar no suficientemente reconocida ni valorada. La Vida Religiosa (VR) laical es el 86% de la VR total. Un 80% son religiosas y el 6% restante, hermanos; los otros son religiosos clérigos. A los religiosos hermanos se nos ve como una rareza, como incompletos, porque parece que el culmen de la VR debe ser la ordenación sacerdotal. En medio del fuerte clericalismo de la Iglesia, se nos mira de forma extraña; no se entiende, incluso entre algunos en la Curia, que no nos hayamos ordenado. [Entrevista con Emili Turú – Seguir leyendo]

En el nº 2.800 de Vida Nueva.

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