El ‘torno online’ o cuando las necesidades aprietan

Sitio web de Declausura.com

La vida contemplativa busca el sustento material a través de la Red

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MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ | En España hay cerca de mil monasterios de vida contemplativa, tanto femeninos como masculinos. Nadie duda de que representan un valioso patrimonio no solo histórico y artístico-cultural, sino, sobre todo, espiritual. Muchas personas beben de la fuente, oculta y fecunda, de estas vidas silenciosas y generosas.

También son muchas las dificultades a las que la Vida Religiosa (VR) contemplativa tiene que hacer frente, entre las que destacan la falta de vocaciones y las necesidades económicas.

La primera es común a otras formas de VR, aunque de mayor complejidad. La segunda, en algunos casos, es acuciante. La falta de recursos humanos para mantener los monasterios o conventos hace que algunas comunidades estén pasando momentos difíciles.

¿Quién, con un mínimo sentido de pertenencia a la Iglesia, no se ha preguntado alguna vez cómo poder ayudarles? Pues hace poco ha visto la luz una original iniciativa para intentar, por una parte, dar a conocer estas necesidades y, por otra, paliar parte de ellas. Detrás está la Fundación Summa Humanitate, cuyo objetivo es ayudar al sostenimiento de los monasterios y conventos españoles.

Hablamos de DeClausura.com, una página web que pretende incrementar sus ingresos aumentando las ventas de sus productos o servicios, reducir sus gastos y ayudarles a gestionar sus recursos optimizándolos. El portal está operativo desde mediados de octubre del pasado año y han superado recientemente las 50.000 visitas.Sitio web de Declausura.com

María José Briñas es la coordinadora del portal y la encargada de informarnos sobre el éxito de la iniciativa: “El proyecto está siendo eficaz, y las ventas, ayudas, visitas y apoyo a los diferentes conventos y monasterios están siendo muy positivas. El apartado de ‘torno online’ está teniendo buena aceptación a nivel nacional”.

Cuando le preguntamos cómo se canalizan concretamente las ayudas, nos indica que se realizan de varias formas. La primera es la ayuda directa: hay personas que llaman para ayudar a un convento determinado que tiene algún problema. Es lo que se denomina ayuda urgente. Desde DeClausura.com se les pone en contacto. Hay conventos que tienen comunidades de hermanas mayores que ya no trabajan y se les ayuda enviándoles donativos recibidos de particulares.

Otra forma es buscar nuevas vías de comercialización a los muchos y variados productos que elaboran los monjes y monjas. Esto se hace dirigiéndose a empresas, parroquias, colegios o congregaciones religiosas.

“Cuando hay un pedido –comenta Briñas–, hablamos con el convento que lo elabora y cuando está preparado, se envía por una agencia de transporte que trabaja con nosotros para la recogida”. Otro tipo de servicio que ofrecen es la propia gestión administrativa para, finalmente, hacer el pago al convento a fin de mes mediante transferencia bancaria.

Todo el beneficio, para los religiosos

Un mecanismo sencillo con un único intermediario que, a diferencia de otros sectores, no percibe beneficio alguno. Al hablar más a fondo del proyecto, Briñas hace notar la preciosa labor de los voluntarios que lo sostienen: “Tenemos un equipo de voluntariado maravilloso que dedica parte de su tiempo a ayudar; profesionales que les asesoran; familias que ayudan en las ventas en parroquias, colegios y demás puntos de venta; empresas con responsabilidad social corporativa…”.

DeClausura.com trabaja con diversas órdenes, monasterios y conventos españoles. Algunos son desconocidos, otros son famosos. En total, son unos 70 los conventos beneficiarios potenciales de un portal que ha tenido buena acogida y que puede definirse como un proyecto 100% social, puesto que el 100% de los beneficios va destinado a los monasterios.

LEVADURA

“La caridad empieza por uno mismo”, dice el refrán. La acción social de la Iglesia muchas veces se entiende como un trabajo hacia fuera. Pero ‘intramuros’ hay también una ardua tarea. Una misión y un imperativo de la comunión fraterna. Descubrir necesidades, hacerlas propias y actuar. La vida contemplativa es un acicate para vivir, con más profundidad, la auténtica caridad cristiana.

mtlopez@vidanueva.es

En el nº 2.800 de Vida Nueva.

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