Shlemon Warduni: “La mitad de los cristianos han abandonado Irak”

Shlemon Warduni, obispo

El obispo y presidente de la Cáritas del país observa, también, cambios positivos

Shlemon Warduni, obispo presidente de Cáritas Irak

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA. Foto: LUIS MEDINA | “La mitad de los cristianos ha abandonado Irak”. Esta, entre otras muchas, es una de las terribles consecuencias desde que, una década atrás, el país asiático fuera invadido por una coalición liderada por los Estados Unidos con el fin de derrocar al dictador Sadam Husein. Shlemon Warduni, obispo de Babilonia de los Caldeos y presidente de Cáritas Irak, ha expuesto esta realidad en un encuentro informativo que tuvo lugar ayer, 24 de abril, en la sede madrileña de Cáritas Española.

El prelado, rememorando los días previos a la invasión, defiende que “la Iglesia siempre ha apostado por la paz”. Por ello, “además de que se acabara la dictadura, esperábamos que al cambio se uniera la llegada de la paz”.

No tardarían en ver decepcionado ese deseo cuando el país entró en una dinámica de “violencia generalizada” en la que los secuestros, los coches bomba o los tiroteos son, desde entonces, el triste día a día. Así es como ha quedado sumido en el caos “un país como el nuestro, muy rico en recursos, y que se ha visto abocado a la pobreza por una serie de intereses de otras naciones extranjeras”.

La pobreza, el desempleo, la inseguridad y la persecución son los factores que desencadenan la progresiva salida del país de los cristianos (hoy, aunque no hay cifras oficiales, su número oscila entre los 500.000 y los 800.000). Algo que Warduni califica de “trágico”. Aunque, a los que se mantienen, esta situación les ha hecho “perseverar en una fe fuerte y arraigada”.

Una minoría dividida

Otro de sus problemas es la división: “La mayoría de los cristianos somos de rito caldeo. Somos orientales y nuestra lengua es el arameo. Pero, al mismo tiempo, formamos un gran mosaico entre católicos, ortodoxos y protestantes, estando a la vez todas las confesiones disgregadas en diferentes grupos. Además, tras la entrada de las tropas estadounidenses, en un fenómeno que ha ido unido a una fuerte entrada de capital extranjero, han crecido mucho las sectas evangélicas”.

Frente a la división de esta minoría creyente, está “la unidad del islam y el poder de la sharia (ley islámica), que se levanta como una gran frontera insalvable para nosotros”. Y es que en Irak, si bien el Gobierno garantiza una cierta libertad de culto, “no existe una verdadera libertad religiosa”. Los cristianos se encuentran con trabas “hasta para inscribirse como un matrimonio”.

Reconstruir una sociedad rota

Pese a todo, “el objetivo principal de la Iglesia y de Cáritas es ayudar a las víctimas de la violencia y a los desplazados. Algo que hacemos de un modo integral, sin mirar las creencias de cada cual”. Como se aprecia en su Programa de Voluntariado, del que forman parte 300 iraquíes, tanto cristianos como musulmanes, y que va dirigido a los más vulnerables: niños, mujeres, ancianos… sin diferenciar tampoco entre cristianos y musulmanes.

Así es como los cristianos colaboran para tratar de reconstruir una sociedad rota. Lo cual les granjea “el aprecio y el respeto de la mayoría de los musulmanes, siendo una minoría radical la que nos persigue”.

En el nº 2.799 de Vida Nueva. Entrevista con Shlemon Warduni, íntegra solo para suscriptores

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