Nace la Fundación de Religiosos para la Salud, al servicio de los más pobres

El ministro José Manuel García-Margallo, durante la presentación de la FRS

La FRS promoverá proyectos de cooperación por todo el mundo

El ministro José Manuel García-Margallo, durante la presentación de la FRS

El ministro José Manuel García-Margallo, durante la presentación de la FRS

F. OTERO. Foto: FRS | Los religiosos siguen desafiando las dificultades y obstáculos de la crisis económica y mantienen su empeño en la promoción de obras que ayuden al desarrollo de aquellos países más necesitados.

En concreto, en el campo de la salud, contarán a partir de ahora con una nueva organización que trabajará con las congregaciones y les servirá de apoyo y enlace para llevar a cabo todos sus proyectos.

Se trata de la Fundación de Religiosos de la Salud (FRS), que nace tras la extinción en 2007 de la Federación Española de Religiosos Socio-sanitarios (FERS), y de la imposibilidad de la organización que la asumió, la CONFER, de hacerse cargo de los proyectos de cooperación internacional.

De este modo, la FRS dará continuidad a la ingente labor que los religiosos sanitarios venían haciendo y hacen por el mundo a favor de la inclusión social en los ámbitos de la salud y la promoción integral de niños jóvenes y adultos en situaciones de enfermedad, pobreza o marginación. Se trata de una fundación de carácter civil calificada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), con la que también trabaja muy de cerca.

Su misión, de hecho, pasa por apoyar en el campo de la cooperación internacional la ejecución de proyectos de cooperación al desarrollo y promoción humano-cristiana a las congregaciones, institutos religiosos y entidades de la Iglesia católica.

Un apoyo que debe ayudar a cumplir como finalidad el cuidado y promoción de la salud, para proporcionar unos niveles dignos de bienestar social. “Este trabajo busca la inclusión social de los más desfavorecidos y vulnerables de la sociedad, garantizando su derechos de acceso a la atención sanitaria, tanto en las etapas iniciales de la vida, como la atención a lo largo de la vida y hasta el final; así como el trabajo en los mecanismos y estructuras de atención sanitaria. Igualmente, la promoción de la participación en la acción social y el voluntariado como medio de conseguir un desarrollo equilibrado e integral, y que ayude a avanzar hacia una sociedad más justa y fraterna”, se puede leer en la página web de la FRS.

Apoyo del Gobierno

Y para dar a conocer esta nueva realidad, el pasado 21 de marzo, la sede de la Fundación Lázaro Galdiano acogió un acto al que asistió el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, los responsables de Cooperación al Desarrollo de la citada cartera, Gonzalo Robles y Juan Antonio López Doriga, así como el presidente de la CONFER, Elías Royón. Excusó su asistencia la presidenta de FERE-CECA, que tiene un importante peso en la nueva fundación.

Sor Aurelia Cuadrón Serna, religiosa hospitalaria y presidenta del Patronato, así como Javier Poveda, director de la FRS, agradecieron la presencia y apoyo de los asistentes. Por su parte, García-Margallo presentó las prioridades geográficas en la cooperación española en tiempos de recortes y valoró la necesidad de mantener la clave de solidaridad en este campo.

Tal y como explicó Javier Poveda a Vida Nueva, la FRS ya trabaja en proyectos sociosanitarios en distintos países, entre los que se encuentran Guinea Ecuatorial, Filipinas, Ecuador, Paraguay o Bolivia. En su opinión, en tiempos de crisis, las congregaciones religiosas permiten mantener los proyectos de cooperación, pues como tienen una importante estructura en los países de destino del proyecto, los costes son mucho más reducidos.

Una eficiencia que permite que, aunque se reduzcan las partidas públicas a la cooperación, se puedan seguir cumpliendo objetivos y sirviendo a los más necesitados. De hecho, la financiación de los proyectos llega desde dos vías: los aportes de las congregaciones, y las ayudas que se consigan y canalicen a través de la Fundación.

Y aunque la prioridad sigue estando en los proyectos –sin duda lo más importante–, Poveda cree que es importante en estos momentos la difusión de esta iniciativa para que las congregaciones religiosas que lo necesiten se acerquen a ella.

En el nº 2.797 de Vida Nueva.

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