Un estudio anterior sobre abusos por parte del clero
J. L. CELADA | El pasado día 13, el Vatican Information Service (VIS) se hacía eco de la reciente presentación en los Estados Unidos del informe correspondiente al año 2011 sobre la aplicación de la Carta para la protección de los niños y los jóvenes, redactada por el Episcopado en 2002 para luchar contra los abusos a menores y que, bajo la consigna “tolerancia cero”, contiene una serie de reglas que todas las diócesis deben respetar.
Los resultados obtenidos –según informa L’Osservatore Romano– demuestran el constante esfuerzo y compromiso por parte de todos en un tema que constituye una auténtica prioridad para la Iglesia del país.
La relación anual recoge 683 nuevas denuncias de abusos realizadas por adultos sobre hechos sucedidos en su mayoría entre 1960 y 1984. A todos ellos se les han ofrecido programas de asistencia, y 453 han aceptado. Sin embargo, solo 21 denuncias (el 3% del total) provienen de menores: la Policía ha juzgado que algunas merecen atención, tres han resultado falsas y el resto están siendo investigadas.
En cuanto a los acusados, 253 miembros del clero han fallecido ya, 58 han sido reducidos al estado laical y a 281 se les ha apartado de las responsabilidades pastorales confiadas.
Durante la presentación del informe, el cardenal Timothy Michael Dolan, arzobispo de Nueva York y presidente del Episcopado estadounidense, advirtió que, “aunque la mayoría de los abusos se refiere al pasado, la Iglesia debe seguir vigilando”, de tal modo que haga “todo lo posible para que los abusos no se repitan”.
Y añadió: “Todos debemos trabajar para alcanzar una curación completa y la reconciliación con las víctimas”. La cuestión de los abusos es “una prioridad común” de los obispos, por lo que cualquier sacerdote que sea reconocido como responsable de “tales delitos intolerables” será apartado de su ministerio de modo permanente, recordó Dolan.
El informe apunta también que más de dos millones de voluntarios han participado en cursos de formación sobre programas de protección en parroquias y escuelas de todo el país, y que 4,8 millones de niños han recibido ya nociones sobre cómo reconocer y defenderse de los intentos de abuso.
El empeño de la Iglesia estadounidense comprende, asimismo, una serie de iniciativas que cada año culminan en abril con el Mes de la Prevención del Abuso Infantil.
En el nº 2.797 de Vida Nueva.
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