Un México “fortalecido en su fe” da las gracias al Papa

mexicanos en Castel Gandolfo agradecen la visita del Papa a México

Los ecos del viaje se extienden por un país que quiere ser “justo, pacífico y solidario”

mexicanos en Castel Gandolfo agradecen la visita del Papa a México

Un grupo de mexicanos en Castel Gandolfo el lunes 9 de abril agradece la visita de Benedicto XVI

PABLO ROMO CEDANO. MÉXICO DF | “Fortalecer nuestra esperanza y trabajar en ser mejores cristianos”, reaccionaba Andrea en Facebook ante la pregunta que hace la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) en su espacio web: “¿Qué espera México de la visita del Santo Padre?”. [Especial Visita de Benedicto XVI a México y Cuba]

Pero ha sido una vez concluido el viaje de Benedicto XVI (23-26 de marzo) cuando el portal se ha llenado de comentarios, de reacciones de jóvenes metidos en la Red que discuten, que preguntan y que dicen “me gusta”. El sitio de Facebook que se abrió ex profeso para la visita del Papa se saturó en pocos días con más de 5.000 seguidores.

Igualmente, los vídeos que se subieron a YouTube los han visto más de 90.000 personas en la última semana, y los comentarios de los twitteros van de la emoción a las microhistorias. La visita de Benedicto XVI ha dejado así una estela de recuerdos y discusiones que se manifestaron en los distintos medios.

El reconocimiento de haber abordado el asunto de la violencia delante del propio presidente del país, Felipe Calderón, llamó poderosamente la atención a todos, pues es un tema incómodo en el contexto electoral que vive México; sin embargo, fue ineludible.

El llamado papal a la paz profunda y auténtica, que “brote desde el corazón y desde las propias familias”, resonó de manera significativa en el ambiente polarizado que inevitablemente generan las campañas.

Todos los candidatos asistieron a la misa oficiada en el Parque Bicentenario, donde cientos de miles de personas oraron por un país unido. De hecho, solo unos días después de partir el Papa hacia Cuba, el Episcopado mexicano presentaría un documento en el que animaba a los fieles católicos a participar activamente en las presidenciales, previstas para el 1 de julio.

Las valoraciones también se han dado en las homilías de Semana Santa de prácticamente todos los obispos mexicanos. Carlos Aguiar, arzobispo de Tlalnepantla y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), ha expresado a Benedicto XVI su agradecimiento y el reconocimiento de que “México queda fortalecido en su fe”.

En tanto, Felipe Arizmendi, pastor de San Cristóbal de Las Casas, ha resaltado en una carta que, “fortalecidos en la fe y la esperanza, regresamos quienes participamos en la visita del Papa a nuestra patria”. Y agrega: “Todos los que estuvimos cerca de él y del pueblo que lo buscó, lo siguió, lo aclamó y lo escuchó, hemos fortalecido nuestra adhesión a Jesucristo y a su Iglesia. Confirmamos nuestro compromiso para seguir trabajando por el México justo, pacífico y solidario al que nos convocó el Papa”.

Un Papa cercano

Arizmendi concluye destacando la cercanía de la que el Pontífice hizo gala en los tres días en que se extendió su viaje: “Su actitud no responde al cliché que le atribuyen quienes no lo conocen. Lo vimos cercano, cariñoso, amable, atento, dulce, además de inteligente y profundo. En sus mensajes, dijo lo esencial sobre nuestros problemas fundamentales, sin ahondar demasiado en ellos y sin tocarlos todos, pues no se trataba de una exposición magistral como las que hace en otras ocasiones, sino de alentarnos en la esperanza. Quien lea y analice con mente humilde y corazón abierto sus palabras, encontrará una gran luz para la vida”.

En el contexto posterior a la visita de Benedicto XVI a México, las discusiones sobre la reforma constitucional del artículo 24, que garantiza la libertad religiosa, se apagaron con la aprobación en la Cámara de Senadores de una serie de reformas que dejaron en paz a tirios y troyanos.

Por otro lado, hay que reconocer el mal sabor de boca que en algunos dejó el hecho de que el Papa no se reuniera con las víctimas de abusos sexuales por parte de representantes del clero. El hecho levantó discusión en algunos medios y se comparó con los gestos valientes que el Papa ha tenido en muchos otros países que ha visitado.

Los cientos de miles que participaron en los diferentes eventos de la visita regresaron sanos y salvos, con la certeza de que hay que trabajar, más que por una tregua, por una paz firme. “Nos gozamos en la Iglesia en la oración y con los corazones de Jesús y María”, reacciona María José, seguidora en Facebook de la visita papal. Y Santiago le responde casi en tiempo real: “Con la venida de Benedicto, nuestra fe está más firme que nunca”.

En el nº 2.796 de Vida Nueva.

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