Los consagrados reflexionan sobre su papel en la Nueva Evangelización
FRAN OTERO. Fotos: LUIS MEDINA | La Iglesia, en todas sus dimensiones y sectores, vive en los últimos tiempos centrada en la reflexión sobre la transmisión de la fe en el tiempo de hoy, en lo que se llama Nueva Evangelización. No hay grupo eclesial, movimiento o congreso que no haya versado sobre esta cuestión. Y es que cada vez está más cerca el mes de octubre y el Sínodo de Obispos sobre esta temática y, a la vez, el Año de la fe. También la Vida Religiosa (VR) lo viene haciendo en lo que llevamos de año. [La Vida Religiosa busca nuevos horizontes – Extracto]
Un ejemplo ha sido la Semana Nacional de Vida Religiosa, celebrada del 10 al 14 de abril y organizada por el Instituto Teológico de Vida Religiosa (ITRV) de los Misioneros Claretianos, y que cumplió su edición número 41 con un lema que fue al mismo tiempo una declaración de intenciones: Vida evangelizadora y evangélica, ¡ay de mí si no evangelizo!
El encargado de inaugurar este evento fue el nuncio de Su Santidad en España, Renzo Fratini, que, en su primera participación en este foro, recalcó la importancia de reflexionar sobre los desafíos a los que se enfrenta la Iglesia en la actualidad, marcados por la secularización, “con el convencimiento de que hay una gran necesidad de redescubrir la Nueva Evangelización”. “O somos misioneros o no somos. La falta de celo misionero es la falta de celo por la fe”, añadió.
En este sentido, se refirió a los campos de la espiritualidad y la educación como lugares propicios para esta Nueva Evangelización. En el primer caso, continuó, porque toda evangelización está vinculada a formas de radicalismo evangélico; y en el segundo, porque hace falta ofrecer “la luz de la verdad” a las generaciones más jóvenes y porque la escuela “tiene que ayudar a descubrir la fe”.
De izq. a dcha., Elías Royón, Eusebio Hernández; Manuel Tamargo y el Renzo Fratini
Para Fratini, la Nueva Evangelización es “sinónimo de misión y de ampliación de horizontes” y, por tanto, “contraria a la autosuficiencia y al mantenimiento del statu quo”. Por esto, invitó a los religiosos a redescubrir y revitalizar su consagración y a “hacer que Jesús sea cada vez más conocido y amado”.
Finalmente, reconoció la gran labor y el servicio que la VR hace a la Iglesia y, por ello, insistió en que todo carisma debe estar al servicio de la misión y no debe buscar un protagonismo individual. “La Iglesia, sin la aportación de los religiosos, pierde. La Vida Religiosa tiene una gran actualidad”, dijo.
Estuvo presente también el rector de la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), Ángel Galindo, que mostró el convencimiento de que los religiosos seguirán siendo una gran aportación para la Iglesia y para el conjunto de la sociedad española, al tiempo que alabó que se trabaje desde un carácter científico y universitario para recibir el sustento intelectual, se alimente la vida espiritual y se reúnan distintos carismas y compartan experiencias.
En cualquier caso, para Galindo la Nueva Evangelización es tarea de todos; una labor que, según dijo, es “el anuncio del Reino, el objetivo del cristiano sea cual sea su contexto”. Además, recordó que desde la institución que representa, trabajan por la evangelización desde el mundo universitario, y desde este campo ofreció a los religiosos su total colaboración.
El presidente de CONFER, el jesuita Elías Royón, reivindicó que la evangelización “está en el corazón de la Vida Religiosa” y, en este sentido, afirmó que “la misión es la que hace a la VR y que la clave para estar en misión está en la contemplación de Jesús, en imitarle y seguirle”.
Bonifacio Fernández, Ángel Galindo y Elías Royón
Finalmente, los organizadores, en boca del superior provincial de los Misioneros Claretianos, Manuel Tamargo, y del director del ITVR, Bonifacio Fernández, también aportaron algunas ideas. El segundo reconoció que la VR tiene la responsabilidad de mostrar que “efectivamente una vida evangélica para nosotros es una vida evangelizadora”. “Tenemos que transmitir el carisma que hemos recibido”. Dicho esto, dijo que la VR está llamada a evangelizar y por eso es importante “renovar el impulso misionero”.
Esperanza para el futuro
El sentir general, al que ha tratado de pulsar Vida Nueva, muestra que la situación hoy es muy complicada para la Nueva Evangelización y que la crisis vocacional es muy acusada, pero no se pierde la esperanza y la confianza en “aquel que les ha llamado”.
Precisamente, un joven religioso corenano, Gabriel Lee, insistió en que la VR debe vivir el radicalismo evangélico y, de este modo, ofrecer testimonio y dejar de preocuparse del número, “porque esto no es importante”. “Jesús no estuvo preocupado de cuántos eran. Es más importante cómo vivimos”, añadió.
María Dolores Balda es Hija de la Cruz, una congregación de origen francés. Y está convencida de que la VR “debe tener un peso fundamental en la Nueva Evangelización”, un peso que, en forma, deberá ser diferente al de años atrás debido a los cambios sociales y a los nuevos desafíos. Por eso, afirmó que los religiosos están ahora en momentos de búsqueda, y añade que, por ello, deben “estar abiertos a todos y acercarse así a los que desconocen a Jesus”.
Cree, además, que en la sociedad “hay todavía sed de Dios” y ve el futuro con mucha esperanza. “Siento verdaderamente que Jesús está con nosotros. Hay cosas que pueden cambiar, pero lo esencial y lo fundamental quedará intacto”, dijo.
La salesiana sor Manuela Álvarez muestra vitalidad y muchas ganas, a pesar de su edad y de que ya forma parte de la comunidad de hermanas mayores de su congregación. Ya retirada, trabaja en la ONG Madre Selva, un campo, el social, muy importante para la Nueva Evangelización.
Reconoce que cada vez es más difícil conectar con los jóvenes de ahora: “Yo profesé hace muchos años, y entonces todo era más fácil. Ahora todo es diferente. Tendremos que cambiar para volver a acercarnos a ellos. Tengo muchos años, pero estoy muy animada”.
Con esta ilusión, trabajaron los inscritos en esta Semana, que concluyó con la participación del cardenal prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, João Braz de Aviz, que propuso la comunión como principal respuesta pastoral a los desafíos provocados por la secularización. De lo que se trata ahora es de “mostrar a Dios, no solo hablar de Él”.
En el nº 2.796 de Vida Nueva.
INFORMACIÓN RELACIONADA
- Editorial: Semana para los religiosos
- Opinión: Servicio a los hermanos, por Maite López Martínez
- Entrevista: Elías Royón: “La Vida Religiosa puede ofrecer experiencia ante la Nueva Evangelización”
