Concluyen los Ejercicios Espirituales de Benedicto XVI y la Curia romana
El cardenal Monsengwo ha dirigido las meditaciones de los Ejercicios
ANTONIO PELAYO. ROMA | Semana escasa de noticias, como era previsible, puesto que Benedicto XVI y sus colaboradores de la Curia romana la han pasado inmersos en los Ejercicios Espirituales, que este año les ha predicado el arzobispo de Kinshasa, el cardenal Laurent Monsengwo Pasinya, sobre el tema La comunión del cristiano con Dios.
El sábado 3 de marzo, al final de la tanda, el Papa recibió en audiencia al cardenal congoleño, al que agradeció de modo muy especial su trabajo. Lo había hecho ya en la capilla Redemptoris Mater del Palacio Apostólico, donde tuvieron lugar las meditaciones.
“Me ha impresionado especialmente –dijo el Santo Padre en su alocución conclusiva– la historia en la que nos habló de un amigo suyo que, estando en coma, tenía la impresión de encontrarse en un túnel oscuro, pero al final del cual veía un poco de luz y sobre todo escuchaba una bella música. Me parece que esta puede ser una parábola de nuestra vida: con frecuencia nos encontramos en un túnel oscuro en plena noche, pero, gracias a la fe, al final vemos una luz y escuchamos una bella música, percibimos la belleza de Dios, del cielo y de la tierra, de Dios creador y de las criaturas; es así, es verdadero, spe sumus salvati (Hemos sido salvados por la esperanza, Rom 8, 24).
Con una carta abierta, también dirigida al arzobispo de Kinshasa, Ratzinger subrayaba “el especial testimonio de fe de la Iglesia que cree, espera y ama en el continente africano, un patrimonio espiritual que constituye una gran riqueza para todo el pueblo de Dios y para el mundo entero, especialmente en la perspectiva de una nueva evangelización. Como hijo de la Iglesia de África, usted ha querido experimentar una vez más el intercambio de dones, que es uno de los aspectos más bellos de la comunión eclesial, en la que la variedad de las procedencias geográficas y culturales encuentra modo de expresarse de forma sinfónica en la unidad del Cuerpo Místico”.
Visita a la parroquia de San Juan Bautista de La Salle
En unas declaraciones hechas a Radio Vaticano, el cardenal Monsengwo destacaba que ya en tiempos del apóstol Juan, algunos grupos se habían separado de la Iglesia al no compartir plenamente su fe. “También hoy –añadió– tenemos algunas comunidades que estaban con nosotros y que han salido; todas esas pequeñas comunidades que entre nosotros se llaman ‘Iglesias del renacimiento’ o fundamentalistas, etc.; todas esas realidades son aludidas por el texto de san Juan”.
Refrescado por la semana de Ejercicios, Benedicto XVI visitó, en la mañana del domingo 4, la nueva parroquia de San Juan Bautista de La Salle, en la periferia sur de la ciudad de Roma, donde a su llegada fue recibido por un grupo de niños y niñas que acuden a la catequesis parroquial. “Para mí –les dijo– es una gran alegría ver tantos niños. Esto quiere decir que Roma está viva y vivirá también el día de mañana”.
En su homilía, el Papa aludió a la posición geográfica del nuevo templo. “Vuestra iglesia –comentó–, colocada en la parte más alta del barrio, os recuerda que el Evangelio debe ser comunicado, anunciado a todos. No esperemos que vengan otros a traer mensajes diversos que no conducen a la verdadera vida; haceos vosotros mismos misioneros de Cristo a los hermanos allí donde viven, trabajan, estudian o solo transcurren su tiempo libre”.
Progresos con Vietnam
Los días 27 y 28 de febrero tuvo lugar en Hanoi el tercer encuentro de trabajo conjunto entre Vietnam y la Santa Sede, presidido por el viceministro de Asuntos Exteriores, Bui Thanh Son, y monseñor Ettore Balestrero, vicesecretario para las Relaciones con los Estados.
Según el comunicado hecho público, “ambas partes han examinado las cuestiones internacionales, se han intercambiado informaciones sobre la respectiva situación, han analizado los progresos realizados en las relaciones Vietnam-Santa Sede después del segundo encuentro del grupo conjunto de trabajo y han discutido las cuestiones relativas a la Iglesia católica en Vietnam”.
Clausura del Año Jubilar en Vietnam, en 2011
El extenso comunicado conjunto pone de relieve que el Gobierno vietnamita “ha puesto siempre en práctica y continuamente mejorado la política de respeto y de garantía a la libertad de credo y de religión para el pueblo”.
Por parte del Vaticano, se aprecia “la atención reservada por las autoridades civiles a la actividad de la Iglesia católica, especialmente en el año 2010, durante la celebración del Año Jubilar y con ocasión de las visitas pastorales del enviado especial no residente, el arzobispo Leopoldo Girelli”. De paso, se pide que “el papel y misión” del diplomático vaticano se refuercen, de cara a “consolidar los vínculos entre la Santa Sede y la Iglesia católica en Vietnam, así como la intención de Vietnam y de la Santa Sede de desarrollar sus relaciones”.
La historia de las relaciones entre la Santa Sede y Vietnam (uno de los pocos países que no mantiene aún relaciones diplomáticas con el Vaticano) es muy compleja y comenzó a desbloquearse gracias a la visita que realizó al país en 1989 el cardenal Roger Etchegaray, entonces presidente del Pontificio Consejo Justicia y Paz.
Desde entonces no se han interrumpido los contactos a alto nivel, y en enero de 2007, el primer ministro vietnamita, Nguyen Tan Dung, realizó una visita a la Santa Sede, en el curso de la cual fue recibido en audiencia por Benedicto XVI y la plana mayor de la Secretaría de Estado. Ha habido altibajos, pero desde hace cinco años funciona el grupo de trabajo conjunto, que avanza a pesar de las dificultades.
De regreso de su misión en Hanoi en marzo de 2007, el entonces vicesecretario para las Relaciones con los Estados, Pietro Parolin, declaraba a Radio Vaticano: “Para establecer relaciones diplomáticas no se requiere que antes tengan que estar resueltas todas las cuestiones pendientes. Las relaciones diplomáticas no son un punto de llegada, sino más bien un punto de partida. Con ellas se da una señal fuerte de que se quieren abordar de forma constructiva las recíprocas relaciones, eliminando las que constituyen una dificultad”.
Inauguración de la exposición 'Lux in Arcana'
Los tesoros, al descubierto
La que será sin duda unas de las exposiciones más visitadas del año en Roma fue inaugurada el 29 de febrero en los Museos Capitolinos y tiene como título Lux in Arcana (Luz en los arcanos). Es una experiencia inédita del Archivo Secreto Vaticano, que por primera vez en muchos siglos “saca” de los muros vaticanos una parte ínfima pero muy significativa de sus tesoros, al mismo tiempo que testimonios irrefutables del influjo de la Iglesia en la historia de Europa y del mundo.
Se trata de cien piezas de superlativo valor histórico. Por enumerar solo algunas: las actas del proceso a Galileo, en las que se retracta de sus teorías cosmológicas; la carta que 80 lores ingleses escribieron coaccionados por Enrique VIII a Clemente VII, pidiéndole que anulara el matrimonio real con Catalina de Aragón; la bula Inter ceatera de Alejandro VI, dividiendo el mundo descubierto por Colón entre España y Portugal; los 60 metros de pergamino que recogen las confesiones del Gran Maestre de la Orden del Templo, Jacques de Molay, y de otros caballeros en el castillo de Chinon, ante un enviado de Clemente V; las cartas de las reinas María Estuardo y María Antonieta pidiendo al papa su intercesión antes de sufrir la pena capital…
Piezas que desmienten, en algunos casos, leyendas y falsas tradiciones. “De estos documentos –dijo el secretario de Estado en la inauguración– lo que impresiona es la verdad histórica”. Con esta frase, el cardenal Tarcisio Bertone aludía, desde luego, a la oleada de escándalos producidos por las recientes fugas de otros documentos vaticanos que, según comentaristas versados en estos asuntos, aún no ha acabado.
- Opinión: Martini, por Antonio Pelayo
En el nº 2.792 de Vida Nueva.
