Salvador Piñeiro presidirá el Episcopado peruano

Salvador Piñeiro presidente obispos Perú

El arzobispo de Ayacucho resultó elegido en la reciente Asamblea Ordinaria

Salvador Piñeiro presidente obispos Perú

La nueva directiva de los obispos peruanos, liderada por Piñeiro (segundo por la dcha.)

RAFAEL QUINTANILLA. LIMA | El arzobispo metropolitano de Ayacucho, Salvador Piñeiro García-Calderón, será el nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) para el período 2012-2015, reemplazando en el cargo al franciscano Miguel Cabrejos Vidarte, arzobispo de Trujillo.

La votación se produjo en el marco de la 99ª Asamblea Ordinaria de dicho organismo, celebrada a finales de enero en Lima, y en ella resultaron también elegidos el arzobispo de Huancayo, el jesuita Pedro Barreto Jimeno (primer vicepresidente), y el de Arequipa, Javier del Río (segundo vicepresidente).

En su primer encuentro con la prensa, el flamante presidente de la CEP manifestó su apoyo al Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), al sugerir que este documento debe servir para contar a los escolares lo que se vivió en el país durante las dos décadas de terrorismo, para que no vuelvan a surgir movimientos subversivos.

La CVR nació para dar a conocer en profundidad las causas, las víctimas y los autores de los crímenes cometidos durante los 20 años de conflicto interno. Muchas de las recomendaciones realizadas por los comisionados se basan en testimonios de las víctimas que sufrieron la desaparición de familiares.

“El Informe tiene muchas investigaciones y buenos trabajos –reconoció el que fuera obispo castrense–, pero también aquellos que lo han estudiado a fondo ven que falta alguna apreciación. Es una de las fuentes que deben tomar en cuenta los técnicos en historia y los que saben de metodología educativa para plasmarlo en los textos escolares y que esto no se repita”.

Años de terror

Sus declaraciones se producen coincidiendo con el intento del brazo político de Sendero Luminoso, responsable de miles de asesinatos de humildes campesinos, de inscribirse legalmente como partido.

Esta iniciativa ha generado gran temor y repudio entre la sociedad peruana, porque los simpatizantes de MOVADEF –como se hace llamar este grupo– no reconocen los sanguinarios crímenes terroristas que cometieron sus líderes y, además, exigen una amnistía para todos sus integrantes, así como para los miembros de las Fuerzas del Orden que violaron los Derechos Humanos durante aquellos años.

Por todo ello, Piñeiro advirtió contundente: “Siento en el diálogo y contar de la gente mucha tristeza por esos momentos de terror. Cualquier peruano está libre de pedir una inscripción, pero considero que el JNE [Jurado Nacional de Elecciones] tendrá que sopesar ese propósito, porque no debemos olvidar esas horas tan difíciles de humillación, venganza y odio”.

En la misma línea, Piñeiro se mostró favorable a que la Iglesia católica pueda ayudar como mediadora en futuros contenciosos que se presenten. “No podemos estar de espaldas a los conflictos sociales. Veo con mucha satisfacción que se pida la intervención de Iglesia como una veedora, facilitadora, garante de los acuerdos y decisiones que se van haciendo en las mesas de diálogo”, apostilló en referencia a la difícil situación generada por el proyecto minero Conga, apoyado por el Gobierno de Ollanta Humala, pero al que se opone con fuerza la población de la región de Cajamarca donde se desarrollaría.

“La Iglesia, en la medida de sus posibilidades, acompañará para sanar heridas y fortalecer los espíritus por un camino de paz y prosperidad. Nosotros debemos ser un garante del diálogo, la paz y el bien que anhelamos todos los peruanos”, concluyó el presidente de la CEP.

“Un obispo moderado”

Las elecciones en la directiva de la CEP tuvieron más resonancia mediática que en otras oportunidades, con especulaciones previas sobre el posible ganador y posteriores comentarios en torno al resultado en casi todos los medios.

El Comercio de Lima desvelaba que, “aunque la elección se realizó en estricta reserva, se supo que el obispo ayacuchano Salvador Piñeiro le ganó la presidencia de la CEP al cardenal Juan Luis Cipriani por dos votos”, mientras que La República constataba que “el cardenal Juan Luis Cipriani, el representante más mediático de los sectores conservadores de la Iglesia, acaba de perder por cuarta vez la presidencia de la Conferencia Episcopal Peruana. Fue derrotado por monseñor Salvador Piñeiro, un obispo moderado pero cercano a los sectores progresistas del clero”.

Piñeiro, nacido en Lima en 1949, ingresó en el Seminario Mayor de Santo Toribio en 1965 y fue ordenado sacerdote en 1973 por el cardenal Juan Landázuri. En 2001, fue nombrado obispo por Juan Pablo II: primero, castrense; a partir de 2003, auxiliar de Lurín; y, desde 2011, arzobispo de Ayacucho.

En el nº 2.788 de Vida Nueva.

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