La Iglesia de Francia busca jóvenes que unan fe y razón

jóvenes franceses en el Vaticano

‘Ecclesia Campus’ acoge a 2.500 estudiantes católicos en Rennes

jóvenes franceses en el Vaticano

JOSÉ LUIS CELADA | Alrededor de 2.500 jóvenes franceses se dieron cita los días 4 y 5 de febrero en la ciudad de Rennes para participar en la denominada ‘Ecclesia Campus’, una asamblea nacional de estudiantes católicos convocada por la Pastoral Estudiantil, órgano dependiente del Consejo para la Pastoral Infantil y Juvenil de la Conferencia de Obispos de Francia (CEF, en francés). [La Iglesia de Francia busca jóvenes que unan fe y razón – Extracto]

La reunión giró en torno al tema La Iglesia, una y diversa, al servicio de la sociedad, y se organizó y desarrolló en cuatro dimensiones: formación, oración, encuentros y fiesta. A lo largo de las dos jornadas, y en el marco de los diversos talleres y conferencias, los participantes pudieron escuchar valiosos testimonios de compromiso eclesial y social.

Hasta la capital de la Bretaña acudieron estudiantes de unas 85 ciudades universitarias, que fueron acogidos por 500 familias de la diócesis, con el ánimo de plasmar sobre el terreno lo que la CEF considera objetivo prioritario de su Pastoral Estudiantil: ser “un laboratorio de Iglesia donde se desplieguen nuevas maneras de vivir la fe y hacer comunidad”.

Aprovechando el tirón de la última Jornada Mundial de la Juventud, celebrada en Madrid el pasado mes de agosto, la Iglesia francesa decidió movilizar a esos jóvenes estudiantes que “buscan unir fe y razón”, invitándoles a que acudiesen a esta primera edición de la ‘Ecclesia Campus’.

El evento, cuyos preparativos arrancaron tres años atrás, estaba abierto a todos los matriculados en la enseñanza superior, a quienes brindó la posibilidad de profundizar en su formación humana, intelectual y espiritual, e interrogarse sobre las grandes cuestiones sociales.

Para ello, contaron con la valiosa aportación –entre otros– de destacados nombres de la Iglesia gala, como el cardenal Philippe Barbarin, arzobispo de Lyon y primado de las Galias, o el hermano Alois, prior de la comunidad ecuménica de Taizé.

En un mensaje episcopal enviado para la ocasión, la jerarquía católica del país vecino anima los esfuerzos que se vienen haciendo desde las capellanías universitarias y las comunidades cristianas en escuelas superiores para “acoger a los estudiantes y ayudarles a encontrar el apoyo que esperan”. Asimismo, agradece su tiempo y dedicación a cuantos se “comprometen generosamente” en dicha tarea.

El texto –que lleva la firma del arzobispo de Rennes, Pierre d’Ornellas, y de los obispos responsables en la CEF de la Pastoral Infantil y Juvenil, Denis Moutel, y de la Pastoral Estudiantil, Jean-Marie Le Vert– invita a los asistentes a la ‘Ecclesia Campus’ a ser “embajadores de Cristo y actores de cambio, fortaleciendo su testimonio de fe y sus solidaridades concretas con los estudiantes que viven una situación precaria y con otras personas en dificultad, ya sea cerca o lejos de nosotros”.

Prueba “del cuidado y la atención” que la Iglesia francesa ha querido dispensar desde siempre al colectivo estudiantil, el encuentro de Rennes se convirtió en escenario del “acercamiento libre y sin complejos” a esa búsqueda “vacilante e interpeladora” de tantos jóvenes que allí compartieron sus “aprendizajes múltiples” (profesionales y relacionales); que hicieron amistades cercanas y lejanas; que hablaron de sus compromisos solidarios y “proyectos de vida duraderos”. Y que, con la guía de auténticos “maestros”, descubrieron que “todo está por construir, todo está por recibir”.

Puertas abiertas

En la ‘Ecclesia Campus’, como sucede durante el resto del año a través de sus múltiples capellanías, la Iglesia gala abrió sus puertas a los estudiantes. Pero no lo hizo “por ella misma, sino para que estos jóvenes puedan reencontrarse con Cristo, que ilumina las inteligencias, vuelve sólidos los compromisos y ofrece a todos el amor que viene de lo alto”, proclamaron los prelados.

La celebración de la Eucaristía y un espacio para la “escucha-vocaciones-confesión” completaron la propuesta de un fin de semana que puso de manifiesto lo que numerosos capellanes universitarios habían adelantado con su testimonio: que estos espacios católicos estudiantiles abiertos a todos son también “verdaderas escuelas de formación en responsabilidad”.

Por otra parte, todos coincidieron en señalar que convocatorias como esta “cumplen a menudo un importante papel social en un mundo estudiantil en plena evolución, marcado por una gran movilidad, mucha soledad y una cierta precariedad”.

En el nº 2.788 de Vida Nueva.

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