Clamor contra los recortes en educación

protesta por los recortes en educación

protesta por los recortes en educación

JOSÉ LUIS PALACIOS | Habrá que esperar a marzo, cuando el Gobierno apruebe los presupuestos generales del Estado, para conocer la dotación con que contará el departamento de Educación. Pero las comunidades autónomas que ya han cerrado los suyos se han aplicado en contener el gasto, cuando no en aplicar severos recortes. Como pruebas, la disminución de interinos en la enseñanza pública, que se está traduciendo en la desaparición de programas específicos de refuerzo, o los retrasos en el pago a los colegios concertados de Castilla-La Mancha y Valencia.

Por el momento, hay un clamor para preservar a la educación de la tijera presupuestaria. El pedagogo Carlos Esteban reconoce que “ha habido otros tiempos y hay otros países en los que, con menos medios económicos, se consiguen excelentes resultados educativos”.

“La economía no lo es todo en educación”, sentencia, y defiende que “una sociedad desarrollada lo es más cuando entre sus prioridades está la educación y, por tanto, no solo no la descuida, sino que, cada vez más, la mejora. Ese me gustaría que fuera el caso de la educación en la política de este Gobierno. Recortar en inversión educativa es recortar en futuro, pero no en el futuro de la economía, sino recortar el futuro de los ciudadanos”.

El presidente de CONCAPA, Luis Carbonell, también destaca la idea de que “algunos países que destinan menos dinero que España han conseguido una educación de gran calidad”, si bien admite que nuestro país “ha aumentado su inversión y debería seguir aumentándola, porque de la educación depende nuestro futuro inmediato. En tiempos de grave crisis económica, habría que adoptar otras medidas, como aumentar la ratio, estimular el crecimiento de los colegios concertados (mucho más económicos), suprimir asignaturas inútiles como Educación para la Ciudadanía, editar libros genéricos, etc.”.

Luis Centeno, de Escuelas Católicas, reconoce que, “con falta de recursos, la educación se contrae, y con los actuales problemas de retrasos en el pago de cantidades por parte de las Administraciones, el clima escolar se altera y distorsiona. Hay que afrontar con transparencia el coste real de la enseñanza y asignar fondos adecuados. Pero, como en otros ámbitos, incrementando los recursos no se garantiza una mejora en la calidad, pues la eficiencia es la clave, sin olvidar aspectos intangibles como la motivación, la autoridad del profesorado, la autonomía o libertad…”.

Aprovecha Centeno para subrayar que “numerosos estudios, tanto de Administraciones públicas como de instituciones independientes, han reconocido que el dinero destinado a cada puesto escolar en la escuela pública es el doble que en la escuela concertada. Esto es visible en la ratio profesor/unidad, equipamientos, salarios del personal, recursos complementarios, etc. La LOE estableció en 2006 la obligación para el Ministerio de Educación de calcular el coste del puesto real y la acomodación del módulo de conciertos educativos. La comisión constituida al efecto en noviembre de 2010 realizó importantes avances y recomendaciones que el Ministerio no se atrevió a certificar en 2011”.

Para el ex secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, “se ha demostrado que, a partir de un nivel de inversión, el aumento del gasto no supone una traducción automática en los resultados”, mientras que el presidente de la CEAPA, Jesús Sánchez, opina que “los recortes en la coyuntura actual no pueden hacer bien a la educación”, por lo que defiende la prioridad de la enseñanza pública: “Las Administraciones deberían dedicar sus mayores esfuerzos a mejorar la red pública y, en la medida en que no fuera posible su extensión, contar con la concertada, pero llegando a toda la población por igual”.

En el nº 2.788 de Vida Nueva.

 

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