Abdulaye Wade opta a la reelección presidencial y la tensión crece en Senegal

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Profesores católicos denuncian la violencia reinante en vísperas de los comicios

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ALBERTO EISMAN | La tensión ante de las elecciones presidenciales del próximo 26 de febrero en Senegal ha crecido varios enteros al conocerse la noticia de que el Tribunal Constitucional aprobaba la candidatura del actual presidente, Abdulaye Wade, de 86 años, y, por tanto, abría la posibilidad de un posible tercer período presidencial, mientras que descalificó la candidatura del famoso cantante Youssou N’Dour por no haber podido presentar 10.000 firmas que la avalaran.

Varias personas perdieron la vida en las jornadas previas a la fecha de comienzo de la campaña electoral, el pasado 5 de febrero, en diferentes enfrentamientos entre la policía y miles de manifestantes tanto en la capital, Dakar, como en otros puntos del país africano.

Las protestas fueron provocadas por la frustración de los seguidores del popular intérprete y compositor, pero, sobre todo, por la validación de la candidatura de Wade y el espaldarazo que esto supone a las intenciones del anciano mandatario.

Ante este estado de crispación y violencia, los denominados Equipos de Docentes de Senegal (EES, por sus siglas en francés), una asociación católica de profesores de todos los niveles de la enseñanza, se han unido a la preocupación ya manifestada anteriormente por los obispos senegaleses y han expresado su consternación por los episodios violentos protagonizados tanto por grupos incontrolados como por las fuerzas de seguridad, al tiempo que han lamentado la violencia verbal y dialéctica presente entre la clase política y que afecta directamente al medio educativo.

Cabe recordar que, desde el pasado octubre, se suceden las huelgas que han paralizado el sector de la enseñanza escolar, y que se ven ahora exacerbadas más aún si cabe por el ambiente enrarecido que vive el país y el momento actual de generalizada incertidumbre política.

Tanto la Iglesia católica como las principales fraternidades musulmanas (mourides y tidjanes) ya habían hecho un llamamiento –previo al fallo del alto tribunal– para que los ciudadanos respetaran pacíficamente la decisión de la magistratura, fuera la que fuera.

Así, en un comunicado dado a conocer el pasado 30 de enero, los propios EES han exigido de todos los compatriotas un profundo “examen de conciencia” para hacer posible que la paz vuelva a los corazones de los senegaleses, que pueda haber un espacio pacífico para el desempeño de los servicios educativos y se ponga fin a esta situación de impasse.

Al mismo tiempo, han exhortado a la prensa a que difunda informaciones justas y veraces, sin dar cabida a los rumores.

Limitación de mandatos

El presidente Wade llegó al poder en el año 2000, poniendo fin de manera pacífica a cuatro décadas de gobiernos socialistas y prometiendo llevar a cabo una limpieza en el sistema.

Uno de los cambios que se introdujeron en la Constitución del país fue la limitación de los posibles mandatos presidenciales a un máximo de dos, pero ahora el Tribunal Constitucional ha respaldado la posición del mandatario (concienzudamente defendida por un poderoso bufete de abogados de Atlanta contratado ad hoc), argumentando que tal disposición no se podía aplicar legalmente de manera retroactiva a su primer mandato (2000-2007), el cual, por tanto, no contaría como parte de los dos mandatos ahora legales. Esta resolución da por cerrada la lista de posibles candidatos, que incluye a Wade y a otros 13 aspirantes a la presidencia.

La decisión en favor del presidente Wade ha encendido las iras tanto de los otros aspirantes como de los miembros de los partidos de oposición y otras organizaciones cívicas y de Derechos Humanos, que han sido acusadas de estar detrás de esta movilización contra el actual mandatario.

Senegal, con una extensión de 196.000 km² y casi 13 millones de habitantes, ha sido hasta ahora uno de los países más democráticos y estables del África Occidental, hasta el punto de que es el único que no ha sufrido nunca un golpe de Estado militar.

La insistencia del anciano líder por disfrutar de otro mandato presidencial amenaza la proverbial estabilidad senegalesa, de tal modo que dirigentes mundiales como el presidente Obama, el antiguo secretario general de la ONU Kofi Annan o el propio Gobierno de Francia le han exigido explícitamente que desista de sus intenciones y deje paso a una generación “más joven” de políticos.

En el nº 2.788 de Vida Nueva.

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