El porqué de la clase de Religión

niña pequeña en la escuela

El obispo Mario Iceta denuncia presiones para excluirla del ámbito educativo

niña pequeña en la escuela

FRAN OTERO | Se acaba de abrir en el País Vasco el periodo de inscripciones para la asignatura de Religión del próximo curso y, por ello, el obispo de Bilbao, Mario Iceta, ha publicado una carta que podría extenderse a toda España y que, con respeto y determinación, argumenta la importancia de la enseñanza religiosa en la escuela, algo que, además, es un derecho reconocido legalmente.

Se pregunta Iceta por la actualidad y el futuro de la asignatura, para responder que, con solo mirar a Europa, ya se puede comprobar la necesidad de la cultura religiosa en la aulas. De hecho, afirma, “la práctica totalidad” de los países de la UE la incorporan al sistema educativo. Y son muchas las familias y los alumnos que la solicitan.

“Este derecho debe ser respetado. Los centros escolares tienen el deber legal de ofertar la Religión”, insiste, porque “lamentablemente la enseñanza religiosa se ve sometida a presiones de diverso tipo y diversas instancias con el fin de excluirla del ámbito educativo o disuadiendo a los padres de apuntar a sus hijos en la asignatura, utilizando argumentos poco solventes, muchas veces de marcado carácter ideológico, pero, ante todo, lesionando la libertad de las familias a ejercer un derecho fundamental que les asiste”.

Dicho esto, Iceta ofrece una serie de argumentos que justifican la presencia de la enseñanza religiosa en la escuela. En primer lugar, dice, “es una oportunidad, para la educación de dimensión religiosa, personal y social”.

“Tanto la escuela laica como la confesional están llamadas a integrar saberes y valores, conocimientos y aptitudes, a ser inclusivas, en diálogo y convivencia con las religiones y sus culturas, a educar en la competencia espiritual, como elementos de integración”, explica.

Para el obispo, lo religioso “enriquece el ámbito educativo”. Y lo enriquece porque “educa al niño y al joven en una dimensión que le es profundamente connatural, pues el ser humano no solo es racional y social, sino también religioso y trascendente” y, en este sentido, contribuye a dar respuesta a las preguntas más profundas de la vida y al sentido de la existencia.

Asimismo, favorece el crecimiento personal y contribuye a la edificación de una sociedad y un mundo “enraizados en la verdad y el bien, el respeto, el amor, la solidaridad, la justicia y la paz…”. “Es positiva para la humanización de un mundo tentado por el afán de tener, de dominio y de poder”, explica.

Finalmente, señala que la Religión ayuda a valorar la propia cultura, “de raíces cristianas”, y a participar de un legado “que ha configurado nuestro modo de ser, y ha constituido uno de los fundamentos de nuestra civilización”.

¿Qué aporta la asignatura de Religión al alumno y a la escuela?

  • Educa al niño y al joven en la dimensión religiosa y trascendente.
  • Contribuye a encontrar respuesta a las preguntas más profundas de la vida.
  • Favorece el crecimiento personal.
  • Contribuye a la edificación de una sociedad y un mundo enraizados en la verdad y el bien, la paz, la compasión y la misericordia…
  • Promueve la humanización del mundo.
  • Nos ayuda a valorar nuestra cultura.
  • Nos hace partícipes de un legado que ha configurado nuestro modo de ser y ha constituido uno de los fundamentos de nuestra civilización.

En el nº 2.787 de Vida Nueva.

 

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