Xavier Morlans: “La Nueva Evangelización no descalifica el Vaticano II”

Xavier Morlans sacerdote Barcelona cantautor consultor de Nueva Evangelización

Consultor del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización

Xavier Morlans sacerdote Barcelona cantautor consultor de Nueva Evangelización

JORDI LLISTERRI | La Nueva Evangelización pide cosas nuevas. Y a ello se entrega Xavier Morlans. “El apostolado necesita sinfonías, como son la liturgia o la catequesis de adultos, pero también necesita cosas previas para llegar a ellas, como las canciones de tres minutos”, explica este sacerdote de Barcelona, teólogo y cantautor, ahora reconocido con el nombramiento como consultor del Pontificio Consejo para la Nueva Evangelización.

En el ámbito musical, Morlans ya hace tiempo que se dedica a los “tres minutos”, y buena parte de los feligreses de Cataluña cantan sus canciones en las celebraciones parroquiales. Es uno de los frutos de su formación pastoral y trayectoria, radicada en la Acción Católica en ambientes populares.

Pero, hace unos diez años, empezó a trabajar métodos pastorales de tiempo breve, de “ahora y aquí”. “Era la necesidad de llegar a personas cristianas que habían dejado su fe en stand-by.

Así nacen las sesiones de “Volver a creer” y la experiencia después recogida en el libro El primer anuncio (PPC). Explica cómo reinventar y activar metodologías pastorales para suscitar un primer interés por Jesucristo, y así dar pie a la incorporación en un itinerario de reiniciación cristiana de tres años. Experiencia que presentó en el primer encuentro del dicasterio que dirige Fisichella.

Las sesiones de “Volver a creer” proponen “revitalizar la fe personal con Dios. Una relación cálida, de amistad. Volver a la oración no solo a partir de fórmulas memorizadas, sino verbalizándolo en grupo”. Morlans habla de estas sesiones como un primer paso hacia “renovar la coherencia de la apuesta cristiana y redescubrir los sacramentos apuntando siempre al compromiso cristiano en el mundo”.

Empezó con un grupo de unas 20 personas, y cada año ha iniciado una nueva tanda de un ciclo que dura tres años. La mayoría de los que participan siguen después en grupos parroquiales o de oración. Ahora también ha iniciado una nueva experiencia en casas particulares. Es el “Tupper místico”, dirigido a personas de 30 a 40 años que pocas veces han pisado una iglesia. Si no van allí, Morlans va a su casa y les propone que reúnan un grupo de amigos. En la calidez del hogar.

Pero el salto principal se da este curso: “Por primera vez, toda una diócesis, la de Sant Feliu de Llobregat, con el obispo Agustí Cortés al frente, ha decidido aplicar este método de reiniciación”.

Esta Cuaresma empezarán 80 personas de todos los arciprestazgos. El esquema es el mismo. Una primera fase de anuncio renovado del Evangelio con encuentros quincenales alrededor de un texto bíblico. “Que las personas puedan identificarse con los personajes que se encuentran con Jesús: la samaritana, Nicodemo, los discípulos de Emaús…”. Varios laicos colaboradores conducen estos grupos a partir de los guiones de Morlans.

Revisión de vida

Profesor de Moral en la Facultad de Teología de Cataluña, Morlans proviene de una pastoral más centrada en el compromiso social y el método de revisión de vida que nació en la JOC de Cardijn. Pero esta nueva etapa nunca la ha planteado como una ruptura. “Sigo ofreciendo la revisión de vida, pero es una metodología sobre todo para gente que ya cree y una ayuda para ser más eficaz en su apostolado y compromiso. Y ahora necesitamos metodologías para suscitar la primera fe”, explica.

Para él, la Nueva Evangelización requiere nuevos planteamientos: “El primer postconcilio se hace con el marxismo como interlocutor, y ahora tenemos que enfrentarnos al individualismo como contexto en el que hay que difundir el Evangelio”.

Nuevos métodos, “pero nunca una restauración ante lo que se ha hecho. La Nueva Evangelización no es una descalificación del Vaticano II”.

EN ESENCIA

Un libro: Incerta Glòria, de Joan Sales.

Una película: Andrei Rublev, de A. Tarkosky.

Una canción: Blowing in the wind, de Bob Dylan.

Un deporte: la escalada.

Un rincón del mundo: el mar de Galilea.

Un recuerdo de infancia: los pesebres que realizaba mi padre.

Una persona: Jesucristo.

La última alegría: un equipo de laicos que realiza el primer anuncio.

La mayor tristeza: el sufrimiento de millones de inocentes en nuestro mundo.

Un regalo: una amistad fiel.

Que me recuerden por… proponer el Evangelio con entusiasmo.

En el nº 2.786 de Vida Nueva.

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