La pastoral de la UPSA, un elemento muy cuidado

Ángel Galindo explica las diferentes modalidades que hay en la Universidad

Ángel Galindo rector de la Universidad Pontificia Salamanca UPSA

JUAN RUBIO. Fotos: UPSA | “Uno de los elementos que la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA) cuida de forma especial es la pastoral, y lo hace, primeramente, en el lugar propio de Salamanca, a través de la diócesis. Por lo tanto, tenemos un convenio y, al mismo tiempo, una relación a partir del Derecho Canónico. Fuera de lo que es el ámbito de la UPSA, no hacemos pastoral. Es la diócesis la que debe hacer esa pastoral que le es propia”, reconoce Ángel Galindo, el rector de la Universidad.

Ahora bien, como señala él mismo, “la UPSA sí que realiza una pastoral dentro del ámbito universitario. Y lo hace de dos maneras: a través del colegio y de actividades pastorales dentro de la universidad. Hay dos tipos de colegios: los que pertenecen a la UPSA y aquellos que pertenecen a instituciones religiosas o diocesanas y que tienen a sus alumnos con nosotros. En ese caso, la pastoral universitaria se hace conforme el ideario de esos centros“.

“Por ejemplo -sigue explicando-, los paúles, que se han incorporado este año con un número de 11 alumnos, tienen un ideario, un carisma especial, y están realizando su pastoral desde ahí. Lo mismo pasa con los reparadores o los maristas. Con estos últimos tenemos actividades comunes a través de SED, una ONG que trabaja en Camerún y otros lugares de África. Ahora estamos iniciando una pastoral del Voluntariado contando con ellos”.

“Quiero decir que hay unas actividades pastorales que se realizan desde las instituciones, que pertenecen a la UPSA porque tienen sus alumnos aquí. Y en ese sentido, hacemos una pastoral de colaboración y servicio, puesto que el ideario lo promueven ellos. Incluimos aquí también a las diócesis. Hay varias que tienen aquí a sus alumnos y los envían a hacer actividades pastorales a Segovia, Ciudad Rodrigo… Nuestra pastoral de servicio la hacemos mediante una comunicación y encuentros que solemos tener con los respectivos rectores. Dígase lo mismo en el ámbito de las religiosas”.

Galindo reconoce que este tipo de colegios ha disminuido vocacionalmente y no tienen el mismo número de alumnos que hace veinte años. “Pero la actividad pastoral que hacemos va en esa línea. Para los alumnos que no son de Teología, hay instituciones religiosas que tienen residencias, sea masculinas o femeninas. Por ejemplo, están las de la Divina Pastora, que tienen la actividad pastoral que realizan ellas con los alumnos que están ahí. Pero nosotros sí que colaboramos con nuestros propios profesores, los que se sienten más vocacionados, claro”.

“Y hay otro grupo de colegios que dependen de nosotros. Hay uno para personas que no están vocacionadas a la teología. Es el Colegio de Guadalupe. Es mixto, con 150 alumnos. Ahí, además de tener un rector o vicerrector, está el padre espiritual, que es el que sigue diariamente la atención religiosa. El otro es el Colegio Santa María. Es de postgrados y solamente acoge a sacerdotes. En él, la actividad pastoral la realizan ellos, ayudando a parroquias o se reparten por la geografía española en Semana Santa o verano, puesto que la mayoría son extranjeros”.

“Y después tenemos otro centro con profesores y alumnos que están haciendo el doctorado, en donde hay un director y un vicedirector, y en donde la actividad pastoral que se realiza allí es de tipo colegial. La mayoría son seglares; aunque hay algún sacerdote, son pocos. Allí, la actividad pastoral queda resumida a la misa diaria y al culto. Además, en la UPSA, hay una actividad pastoral tipo cultual, dirigida dentro del recinto de la universidad por un capellán nombrado por el Gran Canciller con el visto bueno del obispo, que en este caso es el mismo”, finaliza.

En el nº 2.786 de Vida Nueva.

 

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