Un nuevo atentado islamista deja 185 muertos en el norte de Nigeria

atentado en Nigeria 20 enero 2012
atentado en Nigeria 20 enero 2012

La ciudad de Kano ha sufrido una ola de violencia indiscriminada

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Menos de un mes después del atentado que, el pasado 25 de diciembre, dejó 44 muertos en una iglesia en Madalla, en el centro de Nigeria (VN, nº 2.783), otro brutal atentado, el 20 de enero, costó la vida a 185 personas y ocasionó cientos de heridos. Al igual que el anterior, fue reivindicado por el grupo terrorista Boko Haram, que pretende instaurar la ley islámica en el norte del país, poblado en su mayoría por musulmanes (frente al sur, predominantemente cristiano).

El objetivo no es otro que presionar a la comunidad cristiana para que huya hacia el sur. De ahí que el ataque tuviera lugar en Kano, la ciudad más poblada de la mitad septentrional de Nigeria, con más de diez millones de personas.

Además del alto número de víctimas, lo que más preocupa entre las autoridades nigerianas es el método utilizado, que evidenció una compleja organización: se dio en diversos puntos, contó con varios coches bomba –la policía requisó hasta diez, con un total de 300 artefactos explosivos– y concluyó con un indiscriminado tiroteo, que duró tres horas.

También ha causado impacto el que los objetivos principales fueran edificios públicos, sobre todo sedes de las fuerzas policiales. Paradójicamente, muchos de los atacantes se disfrazaron de policías. Lo cual aumentó la cifra de víctimas, pues, en pleno desconcierto, fueron muchas las personas que buscaron la protección de sus supuestos defensores… no encontrando sino la muerte.

Pese a que el atentado no fue dirigido específicamente contra los cristianos –sí se vieron afectadas algunas iglesias, aunque no falleció ningún sacerdote o religioso–, el obispo de Kano, John Namanza Niyiring, condenó duramente los ataques.

Le secundó el arzobispo de Jos –una región de mayoría cristiana, y que en los últimos tiempos está recibiendo una afluencia de huidos del norte–, Ignatius Ayau Kaigama, quien llamó a “señalar que hay fuerzas del mal que manipulan la religión para sus propios fines”, informa la agencia Fides.

El prelado fue más allá e instó al Gobierno a actuar ante “una sofisticada red que recluta a la gente, los entrena y los arma para llevar a cabo este tipo de ataques”. El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, por su parte, advirtió que su Ejecutivo “no descansará hasta que los responsables rindan cuentas”.

En el nº 2.786 de Vida Nueva.

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