M. Á. MALAVIA | Tomando el testigo de quien fuera ministro de Minorías en Pakistán, Shahbaz Bhatti, asesinado hace menos de un año por ser católico, Michael Javed, exparlamentario de la Asamblea Provincial de Sindh, al sur del país, denuncia la existencia de “celdas de tortura” para cristianos en Karachi, capital de la región.
En una entrevista con la agencia Fides, el político católico describe una “situación horrible”, por la que “más de 5.000 cristianos”, sobre todo en los últimos seis meses, padecen una situación de violencia brutal.
Uno de los métodos más empleados es el secuestro de niñas. Tras ser violadas, después se pide a sus familias rescate por ellas. Si este no llega, “las pequeñas son torturadas hasta quedar irreconocibles”.
Como denuncia Javed, se busca “la eliminación de la presencia cristiana en la zona, una especie de limpieza étnica”, pues los consideran “esclavos, indignos de pisar suelo paquistaní”. “Cuando he pedido a policía e instituciones que intervengan para detener la violencia en Karachi, nadie me ha escuchado”, se lamenta.
Si bien es consciente de que, “diciendo estas cosas, estoy en peligro”, no duda en señalar a los autores de los ataques: “Son miembros de partidos étnicos e islámicos, como la Federación de Estudiantes Pastún y otros movimientos”. Aunque “la comunidad internacional a menudo hace caso omiso de esta situación” y “las instituciones no actúan”, Javed no cesa en su denuncia.
En el nº 2.785 de Vida Nueva.
