Ouka Leele: “Sueño con llegar a impregnar toda mi obra de espiritualidad”

Ouka Leele fotógrafa y poeta autorretrato

La fotógrafa publica ‘Pan de verbo’, un poemario sagrado, abiertamente confesional y místico

Ouka Leele fotógrafa y poeta

JUAN CARLOS RODRÍGUEZ | Todos admiramos a la Ouka Leele fotógrafa, también a la pintora, que viene a ser la misma cara de un modo de entender el arte que está fuera de cualquier definición, fuera de modas y conceptualizaciones: un espíritu libre. Para Bárbara Gil de Biedma Allende (Madrid, 1957) –su verdadero nombre–, las artes, en general, conforman una sola y única devoción. [Siga aquí si no es suscriptor]

La génesis, su motor, es, sin embargo, la poesía. “Yo creo que la poeta es la que lo toca todo –afirma–, la que todo lo impregna, los dibujos, las pinturas, las fotos, las ideas… La poesía es el motor del arte”.

Así que para llegar a conocer realmente a esta mujer referente, que ya en 1979 decidió fusionar pintura y fotografía creando un personalísimo lenguaje artístico –acuarelas con las que colorea sus fotos en blanco y negro–, hay que leer sus versos. Y lo que uno descubre, por ejemplo, en Pan de verbo (Huega & Fierro), su tercer y mejor poemario, recién publicado, es un impulso espiritual, sagrado, confesional, lleno de intensidad, de amor, de luz, de misticismo. Es canto, y es oración

– ¿Por qué siente la necesidad de llegar a Dios en la poesía?

– La fotografía es una máscara, que me esconde, que me convierte en una perfeccionista, que busca el virtuosismo en imágenes. La fotografía está absolutamente teñida de realidad, y eso que yo huyo de ella en mi forma de hacerla. Pero la poesía es más íntima, más inmediata y me lleva más fácilmente al espíritu. Sueño con llegar a impregnar toda mi obra de espiritualidad (nunca mojigata). Pero en la fotografía, la realidad distrae más. De todas formas, nada deja de ser espiritual, la materia también lo es. Qué le vamos a hacer, la Divinidad es muy dada a jugar al escondite.Ouka Leele fotógrafa y poeta

– De hecho, estos poemas son también anhelo de Dios.

– Sí, anhelo de traspasar el velo. Esto de tener un amante con burka… Te entran ganas de quitárselo o de que se transparente por descuido en un contraluz. Pues la verdad es que hay momentos de esos en que casi le tocas, casi le ves, pero… nunca del todo. Y eso crea ansiedad. Pienso ahora, mientras te contesto, como una pequeña revelación, que sé el porqué de su burka. ¿Sabes cuál es la explicación? Pues que su cuerpo, su cara, son nuestros cuerpos, nuestras caras. La idea de su Cuerpo Místico, que me encanta.

Reverencia hacia lo creado

– Este diálogo con la divinidad es, al mismo tiempo, también con la naturaleza.

– Sí, eso es, reverencia hacia lo creado, y la cosa penosa es que miramos demasiado hacia lo creado por nosotros. Y es absolutamente necesario y diría más que el comer, preservar ese espacio, ese tiempo para dedicar a la reverencia.

– Su voz poética y confesional es también amor incondicional, amor hacia todo.

– El amor de pareja puede ser una vía preciosa de conocimiento del amor divino. Pero fuera del amor de pareja, se puede experimentar amor. Estamos aquí para amar. Creo que el amor es lo único que existe, es la única realidad. Por eso me encanta el Nuevo Testamento, que nos limpia de toda norma y nos deja una sola palabra: Amor.

– Además, en muchos de estos poemas hay una, digamos, exposición de la experiencia amorosa, con gran intensidad en muchos casos ¿Es eso también su poesía? ¿Desnudez total?

– Sí, y me ha costado años atreverme a publicar.

– Otra tercera presencia en este libro es de rabia, denuncia o disconformidad con lo que sucede alrededor.

– Aunque me guste y sueñe con lo angelical, nunca dejaré de manifestar mi rabia o denuncia hacia lo injusto o cruel.

– En el poema “El único libro” proclama: “No hay libro, tan abierto como la vida. / No // Pero, sin embargo, yo escribo, utilizo la palabra / para comunicar esta vida que brota de mí hacia los demás / y que viene de los demás hacia mí, bebo de una única sangre. Sagrada”. Estos versos describen su poética. ¿Es así?

– Así es. Por supuesto. Me empeño en hacer libros justo para contar eso, para desviar la atención del libro de papel hacia la Vida –que es el verdadero libro–, cuya sangre compartimos y es sagrada.

Ouka Leele fotógrafa y poeta autorretrato

Autorretrato 'El niño la está mirando' (1996)

– Poesía de “sagrada comprensión”, como dice un verso.

– Sí, la sagrada comprensión es la iluminación que puede darse en un instante y que se aparece como un regalo, “estar sin saber sabiendo, toda ciencia trascendiendo”. “Tirad de mí, sí tirad” es un elogio a la pintura en contraposición a la palabra, a la forma libre en lugar de las palabras, que por otro lado me parecen formadoras de imágenes libres. Un elogio al silencio de la pintura, al acto creador más meditativo, más silencioso. Que en este caso yo encontraba revelado en la pintura.

– Quizás, por eso, en su obra pictórica y fotográfica está muy presente su mirada poética. ¿Encuentra diferencias entre su lirismo visual y su vocación poética? ¿O es lo mismo?

– Cuando empecé a contar historias o a filosofar a través de la fotografía, no me daba cuenta de ello. Una especie de volcán me impulsaba a hacerlo, hacía en cada momento lo que sentía que tenía que hacer. Cuando ese volcán ha escupido su lava en forma de palabras, han ido apareciendo los poemas. Tengo un anhelo: bucear a través de la pintura, por dentro. Bucear las formas, liberadas de la realidad consensuada. Los colores vibrando como la música. Pero la imagen, mi forma de hacer imágenes es más parecida al teatro o al cine. Para contestarte, la poesía es la misma, pero el resultado no es el mismo. Lo escrito es más cercano, más barato, todo está dentro de mí.

– Otro modo de preguntarlo sería: Ouka Leele también es la poeta, no solo Bárbara Allende Gil de Biedma, ¿no?

– Ouka Leele es como mi nombre de abrazo al arte, es mi nombre iniciático, a la par que es una marca, “un sello de la casa”, todo lo que lleva ese nombre tiene una denominación de origen. El otro es mi nombre de cuna, mi legado genético en forma de nombre. Ouka Leele es una creación, una elección.

– Finalmente, la fotógrafa, la poeta, mira alrededor, exterioriza su mundo, a la vez que hace suyo el ajeno, ¿cómo ve este mundo en crisis que nos aturde y amenaza?

– Somos creadores y si nos empeñamos en crear una crisis, la creamos y tal vez haya algunos interesados en hacernos creer en esto por los grandes beneficios que les reportan. Cuando empezó todo esto, decidí no escuchar las noticias, no leer la prensa, por no caer en una psicosis. Así lo hice y he seguido trabajando, en algunos momentos, con mucho más esfuerzo. La palabra crisis sirve para esconder muchas cosas y disculpar otras. Quizás sea una ocasión para ser más solidarios, más humanos. Me interesa esa parte que nos hace reflexionar sobre nuestras escalas de valores, sobre la austeridad dadora de felicidad y no lo contrario: el despilfarro generador de melancolía y soledad. La poesía es muy necesaria en estos momentos.

jcrodriguez@vidanueva.es

En el nº 2.784 de Vida Nueva.

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