‘El Havre’: ¡milagrosa bondad!

fotograma película El Havre

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J. L. CELADA | Los desahucios se suceden a un ritmo solo comparable al que años atrás se concedían las hipotecas, la hospitalidad sigue cotizando a la baja, la incertidumbre alimenta los temores frente a los recién llegados de países lejanos, la sospecha se torna acusación… Con un panorama tan poco alentador, llama la atención que todavía haya gente dispuesta a soñar otro tipo de relaciones (económicas y personales), esas que nacen de la compasión y la bondad puestas al servicio de los semejantes sin atender a razas, lenguas o religiones. Tampoco a modas, porque la solidaridad es un compromiso, no un pasatiempo.

Comprometido con este arte se ha mostrado también desde hace casi tres décadas Aki Kaurismäki, un cineasta que sabe como pocos humanizar la realidad, por muy hostil y descorazonadora que resulte, y convertir cada nuevo proyecto en algo más que un mero vehículo de entretenimiento.

Su último trabajo no es una excepción, ni siquiera por lo que respecta a su habitual nómina de perdedores y héroes anónimos, si bien aquí gozan de una inédita y cálida tregua que culmina con la esperanzadora estampa de un cerezo en flor.

Hasta avistar ese poético horizonte, sin embargo, el realizador finlandés nos invita a recorrer con sus personajes el camino hacia la felicidad y a sortear con ellos los obstáculos que les salen al paso. Esta particular cruzada en busca de un milagro que reconduzca su inequívoco destino transcurre en Le Havre, ciudad portuaria del noroeste francés que da título a la cinta.fotograma película El Havre

Allí, a orillas del Canal de la Mancha, reúne a un puñado de seres que se mueven en la frontera de la precariedad (laboral, legal…), pero que encuentran en la fraternidad y el auxilio vecinal un hogar donde ponerse a salvo de las duras embestidas del sistema.

Tan lúcido como siempre, Kaurismäki deja todo el peso de la historia en manos de un viejo bohemio metido a limpiabotas, cuya rutina se ve súbitamente alterada tras el encuentro con un joven emigrante africano. Armado de valor y de una determinación a prueba de policías curiosos, este samaritano de nuestros días carga sobre sus espaldas el drama del forastero que huye y le proporciona un refugio en el que recobrar fuerzas y sanar heridas. Una generosa entrega que verá luego recompensada de un modo insólito, más propio también de un relato bíblico que de una narración cinematográfica al uso.

Y es que, en El Havre, casi nada es corriente. Mucho menos la discreción y ternura con que el director acerca su cámara a esa comunidad de desheredados, mientras nos descubre la grandeza moral de cuantos, pese a sus miserias materiales, comparten lo que tienen y lo que son en un último intento por salvar a este mundo enfermo de las garras de una muerte segura.

¿Una fábula con moraleja?, ¿un cuento cargado de ironía?, ¿la eterna utopía? Simplemente, una película contracultural e imprescindible para seguir creyendo en el futuro… sin dejar de conmovernos con el presente.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Le Havre.

GUIÓN Y DIRECCIÓN: Aki Kaurismäki.

FOTOGRAFÍA: Timo Salminen.

MÚSICA: Varios autores.

PRODUCCIÓN: Aki Kaurismäki.

INTÉRPRETES: Jean-Pierre Léaud, Kati Outinen, Jean-Pierre Darroussin, André Wilms, Evelyne Didi, Elina Salo, Blondin Miguel.

En el nº 2.784 de Vida Nueva.

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