Misioneras de la Unidad, 50 años de impulso ecuménico

M. Á. MALAVIA | Coincidiendo con el mismo año en que se celebra el 50º aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II, estos días se han celebrado las bodas de oro de uno de sus más claros frutos en España: las Misioneras de la Unidad. Fundadas el 6 de enero de 1962 en Segovia por el entonces rector del Seminario, Julián García Hernando, esta congregación ha sido una de las principales impulsoras del ecumenismo en nuestro país.

Con una gran vitalidad desde sus inicios, se extendieron a Madrid, donde colaborarían estrechamente en el largo período de gobierno del propio García Hernando al frente del Secretariado Nacional de Ecumenismo de la Conferencia Episcopal, que se extendió de 1966 a 1998. A nivel internacional, además de su presencia en Colombia, destacó su directa colaboración con el Consejo Ecuménico de las Iglesias, teniendo incluso su sede en Ginebra (Suiza) entre 1964 y 1967.

Esa estrecha identificación con el espíritu conciliar entonces naciente la trasmitieron muy activamente en España. En 1972 crearon en Madrid el Centro Ecuménico Misioneras de la Unidad, desde donde editan un boletín de noticias sobre ecumenismo (en papel y, desde el año 2000, digital) y la revista Pastoral Ecuménica, así como numerosos libros y publicaciones.

A nivel organizativo, son referentes en cada Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, encabezando además los conocidos como Encuentros Ecuménicos de El Espinar, que han cumplido su 21ª edición y en los que se reúnen los principales ecumenistas de ámbito nacional. Más allá de nuestras fronteras, participan en los Encuentros de Religiosas Internacionales e Interconfesionales.

Ese vigor lo han mantenido en este medio siglo, aunque, según reconocen, la apuesta ecuménica sufre hoy “un considerable desgaste, un enfriamiento e indiferencia por parte de todas las Iglesias cristianas”.

En el nº 2.783 de Vida Nueva.

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