La Misa de las Familias vuelve a ocupar Madrid

Plaza de Colón Misa de las Familias 2011

Benedicto XVI envió un pequeño mensaje para que fuese leído durante la celebración

Plaza de Colón Misa de las Familias 2011

Aspecto de la Plaza de Colón en la misa del 30 de diciembre

F. OTERO | Como es habitual cada año, tanto a nivel parroquial como diocesano, la Iglesia celebra la Fiesta de la Sagrada Familia que, en los últimos años, ha tenido un nuevo modo y formato, con la Eucaristía organizada por la Archidiócesis de Madrid y su cardenal arzobispo, Antonio María Rouco Varela, en el centro de Madrid.

Este año tuvo lugar el 30 de diciembre en la plaza de Colón, estuvo presidida por el titular de la sede madrileña acompañado por cerca de 40 obispos, entre ellos, el cardenal arzobispo de Barcelona,

Lluís Martínez Sistach. La de este año, como todo, ha tenido una vinculación directa con la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ); de hecho, el lema fue Gracias a la familia cristiana ¡Hemos nacido! Los jóvenes de la JMJ.

También en la homilía de Rouco Varela se produjeron muchas referencias al evento celebrado el pasado mes de agosto en Madrid, aunque sin perder las líneas generales del discurso y postura de la Iglesia en relación a la familia y a la vida. De este modo, el purpurado gallego reconoció que los tiempos “han sido y son difíciles para las familias” y añadió: “¡Cuánto cuesta hoy a una sociedad tan intensamente influida y condicionada por una visión materialista y egocentrista del hombre y de su historia comprender y aceptar el Evangelio de la vida, del matrimonio y de la familia!”.

Insistió en la defensa del “bien sagrado” de la vida, pues “el hombre no es dueño de ella, sino su servidor: desde el momento en el que es concebida en las entrañas maternas hasta el instante de la muerte natural”. “Ninguna instancia humana puede disponer de la vida de un ser humano inocente”, sentenció.

Transmisión de la fe

A los asistentes se dirigió también el papa Benedicto XVI a través de una carta, a quienes animó “ a ser conscientes de tener a Dios al lado para superar las dicultades” y recomendó “dejarse guiar por la Iglesia”. “En la familia se aprende a convivir, se transmite la fe, se afianzan los valores y se va encauzando la libertad, para lograr que un día los hijos tengan plena conciencia de la propia vocación y dignidad, y de la de los demás. El calor del hogar, el ejemplo doméstico, es capaz de enseñar muchas más cosas de las que pueden decir las palabras”, transmitió.

Al acto asistieron algunos obispos europeos, entre ellos, el cardenal de Viena, Christoph Schönborn, quien defendió la familia como “una señal de esperanza muy fuerte” en la sociedad actual”, informa la agencia Europa Press.

En el nº 2.783 de Vida Nueva.

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