La JOC anima a los jóvenes a decir su palabra en la Iglesia

VIDA NUEVA | ¿Cómo despertar y acompañar la fe en los jóvenes? ¿Por qué las Iglesias de Europa están vacías? Estas fueron algunas de las preguntas que consiliarios sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que acompañan a la Juventud Obrera Cristiana (JOC) se hicieron recientemente en su encuentro anual de formación.

Las respuestas no son sencillas, pero parten de una constatación, como señalan en un comunicado: “En Europa, las iglesias se vacían de cristianos. Los jóvenes ya no van a ellas o lo hacen con menos frecuencia y en menor número. Los millares de jóvenes reunidos en las JMJ solo representan una ínfima parte de los jóvenes del planeta y, de entre ellos, solo el 7 u 8% provienen de clase trabajadora”.

También resulta evidente la cada vez menor práctica religiosa de los jóvenes. “Sin embargo –afirma el texto–, esta realidad no indica que los jóvenes tengan hoy menos sed de espiritualidad. Son muchos los que se hacen la pregunta por el sentido de la vida, muchos los que se movilizan por grandes causas de solidaridad”.

Asimismo, en una sociedad en constante cambio, “la Iglesia manifiesta síntomas de parálisis debido a su rigidez e inmovilismo”, lo que unido a los factores anteriores dibuja un panorama poco halagüeño.

Por ello, “en una cultura nueva y en medio de unos jóvenes tan diferentes”, se apuesta por “atrevernos a reinventar (recrear) la JOC y la Iglesia: haciendo del trabajo educativo y evangelizador una empresa creativa y no algo ya construido y fijado de antemano; ayudando a que los jóvenes se atrevan a decir su palabra en la sociedad y en la Iglesia; no teniendo miedo a romper círculos y fronteras ideológicas, políticas y eclesiales. Dios no nos pide que seamos numerosos, sino que seamos signo”.

Y en cuanto sacerdotes, religiosos y laicos que acompañan a los jóvenes, se incide en que “hemos de escuchar la vida de cada joven”, sintiéndose “llamados y enviados para permitir que despierten a la conciencia de que Dios está interesado en toda su vida”.

En el nº 2.783 de Vida Nueva.

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