Semillas de esperanza para una tierra doliente pero fértil

El CELAM marca los desafíos más urgentes para la Iglesia en América Latina en 2011

marcha indigena bolivia contra proyecto carretera

Marcha indigena en Bolivia contra el proyecto de carretera

JOSÉ LUIS CELADA | En mayo de 2007, la Iglesia latinoamericana y caribeña establecía en Aparecida (Brasil) la hoja de ruta de su Misión Continental. Cuatro años después por las mismas fechas, el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) celebraba por primera vez en Uruguay su Asamblea, para seguir animando aquel ambicioso proyecto evangelizador. Allí, en Montevideo, los obispos de una veintena de países volvieron a referirse a los desafíos pastorales más urgentes de sus respectivos pueblos, esos que a menudo la realidad se ha encargado de certificar machaconamente a lo largo de 2011.

El descontento social se ha encarnado en protagonistas y escenarios bien diversos durante los últimos doce meses: desde los estudiantes chilenos hasta los indígenas bolivianos, pasando por el conjunto de la ciudadanía, incapaz de soportar por más tiempo la corrupción de sus políticos (Brasil) o el estado de violencia inmisericorde que amenaza la frágil paz de México, Guatemala, Colombia…

Y, ante cada una de estas situaciones, siempre se ha oído la palabra profética de la Iglesia: con oportunos llamamientos al diálogo, denunciando la restricción de libertades o las injusticias que atentan contra la dignidad humana, e incluso mediando en conflictos de compleja resolución.

Haití labores de reconstrucción tras el terremoto 2010

Labores de reconstrucción en Haití

Así, vimos a Ricardo Ezzati, nuevo arzobispo de Santiago y recién elegido presidente del Episcopado chileno, recibiendo a los profesores de su país y atendiendo sus demandas en el contencioso educativo que viven desde abril; a los prelados bolivianos, apelando a la calma tras el fallido “gasolinazo” de Evo Morales o la intervención policial que trataba de poner fin a las marchas y bloqueos en protesta por el trazado de una carretera que hacía peligrar el hábitat natural de miles de compatriotas.

A sus vecinos peruanos, saliendo en defensa de los indígenas frente a sendos decretos gubernamentales que daban luz verde a polémicos proyectos de inversión.

A la Iglesia colombiana, firmando con otras entidades civiles una declaración sobre Reducción de la Violencia Armada y Promoción del Desarrollo.

Hemos visto también a otros episcopados, encabezando o sumándose a las caravanas y movilizaciones que han recorrido cientos de localidades mexicanas clamando contra el narcotráfico, el crimen organizado y los terribles hallazgos de “narcofosas”; o saliendo a las calles de Guatemala para condenar una matanza de campesinos en El Petén, mientras se seguía doliendo por un país que registra hasta 15 muertes violentas diariamente.

Llamamientos a los mandatarios

Tampoco han faltado los pronunciamientos episcopales dirigidos a los mandatarios recién llegados al poder, a los candidatos en campaña electoral y a quienes llevan camino de perpetuarse en el cargo, como el venezolano Hugo Chávez, pese a que su maltrecha salud le haya apartado notablemente de la escena pública; o el nicaragüense Daniel Ortega, con el que la jerarquía católica mantiene un duro pulso por regenerar la vida democrática del país centroamericano.

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TODO LO QUE FUE NOTICIA EN 2011…

En el nº 2.782 de Vida Nueva. Número especial Navidad–Fin de año 2011

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