Loreto Ballester: “La evangelización es más eficaz si respeta la dignidad de a quien se dirige”

Loreto Ballester directora general Institución Teresiana

Directora general de la Institución Teresiana

Loreto Ballester directora general Institución Teresiana

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | Con el fin de ser lo más fieles posibles al legado de Pedro Poveda, desde la Institución Teresiana (IT) entienden que la mejor prueba de adhesión a su proyecto educativo es cuestionarse constantemente su modo de actuar. Un difícil reto que Loreto Ballester, directora general de la IT, considera que han de cumplir mejor sumando fuerzas y estableciendo redes con quienes comparten, al menos, un mismo afán por potenciar a la persona y otorgarle dignidad desde la educación.

– Un siglo después de la creación de la IT, ¿qué aporta hoy su modelo educativo en un contexto como el actual, marcado por distintas crisis?

– Pedro Poveda miraba al mundo con mucha positividad, y eso que la suya también fue una época en la que también había diferentes crisis. Todo depende de las gafas con las que miremos al mundo, pero las crisis son una oportunidad para buscar la plenitud. Son una ocasión para hacernos preguntas, para evaluar nuestra capacidad de salir adelante. En ese sentido, la educación es un instrumento fundamental. En la IT nos preocupan las crisis, pero no nos paralizan. En los 30 países en los que estamos presentes hay muchas crisis. La nuestra es una esperanza desde el compromiso, pues partimos de la propositividad. Poveda fue un hombre de profunda fe, que tuvo un modo distinto de ver la sociedad. Esa visión en positivo es un modelo para hoy.

“No solo respetamos a los demás,
sino que queremos aprender de ellos,
esforzándonos a la vez por mostrar
nuestra identidad propia”.

– En la IT, como han insistido a lo largo de este Congreso, se cuestionan constantemente por el modo de vivir y ejercer la educación. Teniendo en cuenta los profundos problemas que lastran el sistema educativo en España, ¿cuál es el cambio que debería emprenderse en nuestro modelo para avanzar hacia una educación de calidad?

– La educación es un tema muy complejo, que no se puede abordar desde una única dirección. Pero, si hay algo claro, es que se necesita un acuerdo en el que confluyan la propia persona y sus ambientes educativos: la escuela, la familia y la sociedad. Así seremos más conscientes de las posibilidades de las que disponemos. Es necesaria la coordinación, la confluencia que ayuda a forjar identidades consistentes. Buscamos formar personas que se tienen de pie, entendiendo por esto que apostamos por un humanismo no individualista, que construye la sociedad desde la libertad y en relación con los demás.

– La obra educativa de Poveda se basó en el humanismo, fue dirigida a los pobres y estuvo protagonizada por laicos, con una presencia significativa de mujeres. Estos fundamentos educativos de la IT, ¿podrían ser ejes en los que la Iglesia se apoyara de cara al gran reto de la Nueva Evangelización?

– El nuestro es un modelo humanista que se une a otros humanismos diferentes. Decimos con claridad que nos inspiramos en Jesús de Nazaret y, desde esa perspectiva, trabajamos con los demás, cada uno desde su propia posición, por la dignidad de los pueblos. Como decía Poveda, toda pobreza deshumaniza. Con este fin común, nos unimos todos.

En viajes por todo el mundo, he comprobado que la mejor educación es la que respeta y preserva la cultura local. Lo mismo ocurre con la evangelización: es más eficaz si respeta la dignidad de a quien se dirige. Apostamos por la interculturalidad, lo que va más allá de la multiculturalidad. No solo respetamos a los demás, sino que queremos aprender de ellos, esforzándonos a la vez por mostrar nuestra identidad propia. Buscamos incluir, hacer nuestro lo que los demás tienen bueno. Esta apertura inclusiva, por la que todos aportamos valores e identidad, es un testimonio para el mundo.

En el nº 2.781 de Vida Nueva.

 

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