Jiménez Losantos vomita

Federico Jimenez Losantos

Federico Jimenez Losantos

JUAN RUBIO, director de Vida Nueva | Acabo de leer el libro de Jiménez Losantos en un insomnio transoceánico. El linchamiento es una amalgama indecente de conversaciones privadas, sueltos de prensa, vomiteras en la Red y poco aval documental. Responsables del linchamiento: el Rey, Cañizares, el PP y el PSOE.

El último capítulo no hay que perdérselo. Cumplida la penitencia, ya está en el mercado de nuevo. Sabe el periodista estrellado que los clérigos aludidos no lo desmentirán. Me he reído a mandíbula batiente. Ya había olvidado el tono del talibán.

Hay algo que me ha dolido, más allá de sus mandobles. Ha sido ver mitras, sotanas, púrpuras y monjes-soldado desfilando como en un teatro de vanidades, urdidores todos de entelequias de poder. Prueba evidente de que en la COPE se perdió el rumbo. No era el turolense responsable, sino quienes se lo consintieron, por acción u omisión. De aquellos polvos, estos lodos.

Ya pueden asomarse al basurero para ver en qué quedó el desmedido afán de poder de una Iglesia que se vendió, no por un plato de lentejas, sino por un indecente micrófono. El libro es el detrito resultante de una irresponsable operación de la Iglesia española.

En el nº 2.780 de Vida Nueva.

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