Julia García Monge: “En la Asamblea es donde se toma el pulso a la Vida Religiosa”

Julia García Monge secretaria general CONFER

Secretaria general de CONFER

Julia García Monge secretaria general CONFER

MAITE LÓPEZ MARTÍNEZ | CONFER prepara su XVIII Asamblea General, que tendrá lugar en Madrid del 15 al 17 de noviembre. Es momento de hacer balance y mirar al futuro inmediato de la Vida Religiosa (VR) en España elaborando líneas de acción concretas. Este año se cuenta con invitados como Joseph W. Tobin, secretario de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica; el nuncio Renzo Fratini; y Vicente Jiménez, obispo de Santander y nuevo presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada. Julia García Monge, secretaria general de CONFER, concreta para Vida Nueva algunas claves del evento. [Siga aquí si no es suscriptor]

– La intensa JMJ, la jornada especial sobre la Nueva Evangelización, la promoción vocacional, la renovación de los equipos de gobierno, las nuevas realidades de Vida Consagrada, refundaciones, procesos de unificación de provincias… Se diría que la VR está viviendo un momento de especial intensidad.

– La Asamblea General es un momento de gracia para la VR por la oportunidad que ofrece de vivir y expresar la comunión, de celebrar el don de la propia vocación, de poder compartir las esperanzas y afrontar los desafíos que presenta el momento que vivimos. Es un espacio limitado, en el que no se pueden tratar todos los temas, pero por eso se han creado otros espacios de reflexión, como cursos, talleres y jornadas a lo largo del año. Sin embargo, es en la Asamblea donde se puede tomar el pulso a la Vida Religiosa y se ve por dónde podemos seguir caminando, porque, desde luego, el Espíritu se hace sentir en ella.

– ¿Cuáles son los temas clave que se van a tratar y desde qué perspectivas se abordan?

– Esta Asamblea se encuadra en el contexto de los objetivos del trienio: vivir en esperanza y ser esperanza para el mundo. El lema es ¿Dónde vives? Venid… Fueron, vieron… se quedaron con Él (Jn 1, 19). Pretendemos reflexionar sobre algunos aspectos que tocan a la promoción vocacional. En la convocatoria de la Asamblea, el presidente de CONFER, Elías Royón, señalaba “el desafío que supone la necesidad de fomentar una cultura vocacional en las comunidades y obras apostólicas. La vocación es un don del Señor, pero requiere que su llamada encuentre una visibilidad en la que encarnarse”. Todo se va a abordar desde esta perspectiva.

“Nos toca hacer una seria reflexión pastoral
sobre la situación de los jóvenes
que tienen sed de vida en plenitud
y van buscando dónde saciarla”.

– Entre la presentación de las distintas memorias, destaca la evaluación del macrofestival VEN+ID de la Vida Consagrada que tuvo lugar durante la JMJ de Madrid. ¿Ha sido realmente tan importante?

– El macrofestival convocó a miles de jóvenes llegados de todas las partes del mundo, acompañados por religiosos y religiosas que habían vivido con ellos un largo peregrinar. En este deseo de que los jóvenes se arraiguen en Jesucristo, la Vida Consagrada quiso ofrecer lo mejor de sí misma: su propia vocación. Fue un momento fuerte de comunión y de fiesta de todos los carismas, que fue posible gracias a la entrega y la profesionalidad del equipo de Pastoral de CONFER y al apoyo de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada. Detrás estaban todas las congregaciones que entendieron la importancia de este evento y lo apoyaron con generosidad. Fuimos testigos de una experiencia de fe. Los jóvenes nos transmitieron que son capaces de abrirse a la llamada de Jesucristo y que tienen capacidad para acoger un proyecto de vida. Ahora nos toca hacer una seria reflexión pastoral sobre la situación de los jóvenes, de los que participaron en la JMJ y de tantos otros (muchos más) que tienen sed de vida en plenitud y van buscando dónde saciarla. Por ello, el equipo organizador propondrá proyectos de futuro para la pastoral vocacional.

LEVADURA

Vocaciones como esperanza, vocaciones como problema. El fomento de las vocaciones es uno de los principales y más apremiantes desafíos para la Vida Religiosa. Los graneros vocacionales de América, África o Asia son brazos que alivian la tarea, pero no pueden suplir la urgencia de fomentar las vocaciones locales, eso que se llama una “cultura vocacional”. La vocación, sí, es un don del Dueño de la mies, pero hay que labrar un humus “visible” para que pueda echar raíces.

mtlopez@vidanueva.es

En el nº 2.776 de Vida Nueva.

 

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