‘Habemus Papam’: fumata negra

Habemos Papam película de Nanni Moretti

El realizador italiano Nanni Moretti presenta nuevo filme

Habemus Papam película de Nanni Moretti

J. L. CELADA | Que el candidato a ocupar la sede de Pedro precise los servicios de un psicoanalista parece una ocurrencia propia del mismísimo Woody Allen. O de alguien que, habituado a circundar los muros vaticanos, ha decidido saltarlos y colarse nada menos que en la Capilla Sixtina para asistir a la elección de un nuevo pontífice. El osado intruso es Nanni Moretti, reconocido director y guionista italiano que acostumbra también a encarnar algunos de los principales personajes de sus historias.

Habemus Papam es su último trabajo, y en él no solo se imagina a la máxima autoridad de la Iglesia católica sufriendo un ataque de pánico tras escuchar tan gozoso anuncio, sino que asume el papel de ese doctor requerido con urgencia para explicar (y remediar) semejante espantada.

Años atrás, ya se había metido en la piel de un profesional del ramo, pero aquella intensidad dramática de La habitación del hijo dista mucho de la ligereza cómica que atraviesa esta nueva propuesta del que no pocos siguen considerando digno exponente del “cine de autor”.

Habemos Papam película de Nanni MorettiAquí, desde luego, no da pruebas de ello. Lo que empieza siendo una ingeniosa sátira a propósito de las dudas y temores que suscita en todo un obispo de Roma algo tan humano como el peso de la responsabilidad (con una divertida sesión de diván-sillón en presencia del Colegio cardenalicio), deriva hacia un territorio donde conviven con escasa fortuna lo prescindible (un campeonato continental de voleibol entre purpurados) y lo pretendidamente profundo (esa representación de La gaviota de Chéjov a cuyo estreno asiste un anciano “a la fuga” llamado a ser protagonista de una época, cuando simplemente aspira a ser actor secundario en el gran teatro del mundo).

Como nuestro papa (un notable Michel Piccoli) en su errático peregrinar por la Ciudad Eterna, la cámara de Moretti va y viene entre los destellos de humor fresco a cuenta del psicoanálisis, del oscurantismo informativo vaticano o de los usos médicos y lúdicos de sus eminencias reverendísimas, y las pequeñas píldoras (no precisamente ansiolíticos o somníferos) con cierta carga reflexiva, aunque fuera de lugar.

¿Por qué poner en boca del sobrecogido pontífice lamentos o deseos acerca de la Iglesia, si la cinta nunca se plantea ahondar en los problemas y desafíos que se le presentan? Todo lo más que sugiere sobre la institución quedaría recogido en un puñado de tópicos (universal, diversa, envejecida, reacia a los cambios…) que se desprenden de esa atmósfera realista (y amable) de la ficción.

Aprovechando la imagen más socorrida de los cónclaves, bien podríamos decir que, por mucho que Moretti se empeñe en que Habemus Papam, esta película es una fumata negra en su filmografía. Salvo que sus intenciones, claro está, sean tan secretas e “inspiradas” como las deliberaciones cardenalicias.

FICHA TÉCNICA

TÍTULO ORIGINAL: Habemus Papam.

DIRECCIÓN: Nanni Moretti.

GUIÓN: Nanni Moretti, Francesco Piccolo y Federica Pontremoli.

FOTOGRAFÍA: Alessandro Pesci.

MÚSICA: Franco Piersanti.

PRODUCCIÓN: Nanni Moretti y Domenico Procacci.

INTÉRPRETES: Michel Piccoli, Nanni Moretti, Margherita Buy, Jerzy Stuhr, Renato Scarpa, Franco Graziosi, Camillo Milli, Roberto Nobile

En el nº 2.776 de Vida Nueva.

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