EDITORIAL VIDA NUEVA | Pese a que las noticias sobre Haití solo hablan de postración tras el terremoto de hace casi dos años, hay motivos para la esperanza. Así lo ha comprobado Vida Nueva, que ha acompañado a Manos Unidas en su última visita al país.
La acción que esta y otras ONG acometen allí es la que propicia desarrollo: el apoyo a iniciativas locales que, en ámbitos como el educativo, el sanitario o el agrícola, salen adelante lideradas por comunidades implicadas. La falta de medios demanda ayuda externa –así como el compromiso de sacerdotes y religiosos, muy activos en todo tipo de tareas–, pero dando el protagonismo a quienes les va la vida en ello.
El paternalismo o la ayuda exclusivamente material no bastan para superar una compleja situación cinco siglos anterior al terremoto. Como se ha visto con los 4.000 millones de dólares que llegaron tras el terremoto desde la comunidad internacional. En Haití, todos se preguntan: “¿Dónde están?”.
En el nº 2.775 de Vida Nueva (del 5 al 11 de noviembre de 2011).
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