MAITE LÓPEZ | Hay noticias que preferiríamos no dar. Hace poco, anunciábamos el PJFestival como uno de los próximos acontecimientos de pastoral juvenil más atractivos, sobre todo desde el punto de vista musical. Hoy, lamentablemente, tenemos que hacernos eco de la discreta pero contundente nota oficial que informa de su cancelación. La organización aduce razones económicas derivadas directamente de la falta de asistentes, pues “se ha visto superada por las necesidades económicas del festival debido al escaso número de inscripciones que se han recibido”.
Mucho es el asombro que produce este hecho, como las dudas y cuestiones que surgen. Ninguna pone en tela de juicio la entrega y buena voluntad de los organizadores, entre los que destacan Raúl Tinajero (director del Secretariado de Pastoral Juvenil de la Archidiócesis de Toledo e impulsor de la iniciativa) y Paco Aranda (reconocido músico y productor murciano), capitaneando un equipo de generosos profesionales y entusiastas voluntarios.
Es inevitable pensar tanto en los altos costes de estos encuentros como en las formas de financiación, tan abundantes para otros eventos e instancias eclesiales y tan clamorosamente escasas para otros con menos visibilidad y en los que el marketing –gracias a Dios– queda al margen. También cabe cuestionar los cauces de difusión y promoción.
¿Será que el 2011 ya no da más de sí en España en cuanto a convocatoria juvenil se refiere? Quizás es desconocimiento o falta de interés de los agentes de pastoral, que son quienes, en última instancia, pueden y deben movilizar a los jóvenes. Sea como fuere, esperemos que este programa (u otros similares) llegue a tener un día una buena respuesta, y el sector de la música cristiana despliegue con fuerza sus alas.
En el nº 2.771 de Vida Nueva.
