Nuevo curso, nuevos retos para la universidad

El acercamiento a los jóvenes estudiantes será una de las principales tareas pastorales

FRAN OTERO | Septiembre y octubre son meses de inicios y presentaciones. Se ponen en marcha planes pastorales, la catequesis, los colegios, y también la universidad. Precisamente, son muchos los frentes que se abren sobre la última, más aún, si se tiene en cuenta que la Nueva Evangelización tiene en la universidad un lugar idóneo.

La forma de afrontar nuevos retos interpela de la misma manera a los centros católicos y a los públicos, aunque sea en los primeros donde la pastoral específica se vierte de forma transversal a todas las materias. Retos que, en muchos casos, se afrontarán con las energías y la inercia que ha dejado la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).

Los protagonistas son los jóvenes, pero la programación y la tutela corre a cargo de los directores de pastoral o capellanes de cada universidad. A ellos es a quien Vida Nueva ha consultado. Es José Moreno Losada, consiliario general del movimiento Juventud Estudiante Católica (JEC) y delegado episcopal para la pastoral universitaria en Mérida-Badajoz, el que expone qué debe cuidar esta tarea en la universidad.

El protagonismo debe ser de los laicos. El capellán mayor de la Universidad de Navarra, Francisco Varo, explica qué ofrecen: “Un espacio de encuentro y diálogo constante acerca de la fe y la razón, abierto a profesores y alumnos, cualesquiera que sean sus creencias”.

En la Universidad Pontificia Comillas, según nos cuenta el director del Servicio Pastoral, Fernando Gálligo, se trata de “un espacio donde poder compartir preguntas búsquedas y vida, con el Evangelio como lugar de inspiración”.

Juventud que busca

No es fácil llegar al universitario, pero sí es cierto, reconoce Fernando Gálligo, que la juventud “quiere profundizar y no acepta respuestas fáciles”.

“Queremos acompañarles a las fronteras de las preguntas últimas, facilitarles el que se asomen ‘al pozo’ de la verdad donde Dios habita. Pastoral es buscar la excelencia en lo académico y formar personas honestas, que entiendan que no hay bien personal sin atender el bien común”.

En el nº 2.770 de Vida Nueva. Si es usted suscriptor puede leer la noticia íntegra pinchando aquí

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