“La Universidad ha de ser un Atrio de los Gentiles”

Los representantes de la Pastoral Universitaria europea se han reunido en Madrid

El momento de la ponencia impartida por Agustín Cortés

MIGUEL ÁNGEL MALAVIA | “La Universidad ha de ser un Atrio de los Gentiles”. Este es el deseo expresado a Vida Nueva por el secretario técnico de la Subcomisión Episcopal de Universidades, el sacerdote Agustín del Agua, en su valoración del último encuentro de los responsables de la Pastoral Universitaria de las Conferencias Episcopales de Europa.

El congreso, celebrado del 16 al 18 de septiembre en Madrid, fue organizado, como cada año, por el Consejo de Conferencias Episcopales Europeas (CCEE), congregando a unos 40 representantes, entre los que se encontraron ponentes de la relevancia del secretario general del Sínodo de los Obispos, el arzobispo croata Nikola Eterovic, o el presidente de la Subcomisión Episcopal de Universidades, el obispo de Sant Feliu de Llobregat, Agustín Cortés. El núcleo de las jornadas se centró en el reto de la Nueva Evangelización, que concentra grandes esfuerzos en el presente eclesial.

Ante la actual “crisis de Dios”, que se percibe “con toda claridad entre profesores y jóvenes”, para Agustín del Agua “es necesario un tipo de pastoral que, a modo de escuela del corazón, redescubra las relaciones de afectividad hacia Dios”. De ahí que la iniciativa eclesial del Atrio de los Gentiles, nacida meses atrás en París, “pueda ser un referente para la Nueva Evangelización que se dirige a los bautizados no practicantes, indiferentes, agnósticos e incluso a quienes jamás les ha sido transmitido el Evangelio”.

¿Cómo? “No a través de grandes ponencias, sino bajando a la realidad concreta de los jóvenes, para que en sus años en la Universidad vean como algo atractivo, accesible y cercano el hecho religioso”. Para ello resulta esencial, a juicio del sacerdote español, “fomentar la cultura y el diálogo de la fe con la ciencia y la razón”, en lo que debe ser un “esfuerzo intelectual” que lleve a “hacerse preguntas para nuestros contextos concretos y sin generalizar”.

Igualmente, es necesaria “la colaboración de los laicos especializados en campos de conocimiento concretos, la organización en asociaciones de profesores y alumnos, la potenciación del voluntariado y el diálogo ecuménico e interreligioso”. En definitiva, la Universidad como un auténtico Atrio de los Gentiles.

En el número 2.769 de Vida Nueva

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