Llevado a los tribunales por defender a su pueblo

Juzgan a un obispo en Perú por denunciar irregularidades medioambientales

El obispo Francisco González

ÁNGEL GARCÍA, O.SS.T. LIMA | A Francisco González Hernández, obispo del Vicariato Apostólico de Puerto Maldonado (Perú), su identificación con los problemas de sus hermanos nativos de la selva le ha llevado a sufrir las consecuencias por no callar ante las corrupciones que ha visto en su diócesis. El prelado, un dominico español al que todos llaman cariñosamente “monseñor Paco”, había denunciado la existencia de irregularidades en los procesos públicos y privados que han aprobado la construcción de un paso de la llamada Vía Interoceánica, que une Perú y Brasil, justo por el mismo centro de la ciudad, con las consecuencias que ello acarreará para la población local.

Por estas denuncias, que incluyeron la del robo de su ordenador portátil conteniendo mucha información sobre el tema, ha sido acusado recientemente de calumnia y difamación por una persona –de la que no ofrece su nombre–, que solicita para él pena de tres años de cárcel y una reparación económica de 300.000 nuevos soles (cerca de 80.000 euros).

Oración y solidaridad

Inmediatamente, todas las instancias eclesiales, desde la Conferencia Episcopal de Perú –en un comunicado fechado el 1 de septiembre, en el transcurso de su 98ª Asamblea Extraordinaria– hasta la Federación de Hermanas Dominicas de Perú, han salido en su apoyo.

Así, el pasado día 6 se celebró una eucaristía de oración y solidaridad organizada por la Comisión Episcopal de Acción Social (CEAS), y que tuvo lugar en el convento de los PP. Dominicos de Lima. Varios obispos y sacerdotes concelebraron junto al obispo Paco. Decenas de religiosos, religiosas y laicos se hicieron presentes con una vela en la mano, buscando simbolizar que la luz de la verdad y de la justicia en la Iglesia no se apaga con corrupciones y mentiras.

El obispo de Tarma, Richard Daniel Alarcón, que presidió dicha eucaristía, destacó, recordando a Juan Pablo II, la misión profética de los obispos como pastores que cuidan y dan la vida por sus ovejas: “Paco, no temas, estamos contigo. Tú, en Puerto Maldonado, eres el portavoz de los pobres en la selva olvidada y marginada. Recuerda que la fuerza de Cristo está en la fuerza de sus pastores. Como Iglesia nos mantenemos unidos en comunión. Ánimo, Paco, somos Iglesia del Perú que está viva”, exhortó.

En declaraciones a EFE, el religioso vallisoletano, que se nacionalizó peruano, ha afirmado que, “por la dignidad de los pobladores”, aceptará ir a juicio y, llegado el caso, ingresar en la cárcel.

En el nº 2.768 de Vida Nueva.

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