Benedicto XVI: “El mundo necesita el testimonio de vuestra fe”

En la Misa de clausura de la JMJ 2011 Madrid, el Papa confirma Río de Janeiro 2013

Benedicto XVI, arropado por el millón y medio de fieles en Cuatro Vientos

FRAN OTERO | Y llegó el momento culminante, la Eucaristía de envío y clausura de esta Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, celebración que ganó todavía más importancia después de que las inclemencias del tiempo obligaran a acortar la Vigilia, que quedará sin embargo en la memoria por la impresionante y silenciosa adoración eucarística. [Discurso íntegro]

Tras la tempestad llegó la calma, aunque la temperatura no dio tregua. Había muchas ganas de escuchar a Benedicto XVI, que anoche no pudo concluir su alocución. Y no defraudó. Volvió a aparecer el pastor, el teólogo…

Altar en el escenario de Cuatro Vientos esta mañana

Fue breve, pero dejó palabras y reflexiones muy profundas. Continuó, en la homilía, en la línea de la celebración de bienvenida: que los jóvenes fortalezcan su fe y se encuentren con Cristo dentro de la Iglesia y, después, transmitan a los demás lo que han recibido.

En torno al millón y medio de personas se han dado cita esta mañana en el aeródromo de Cuatro Vientos.

“No se puede seguir a Jesús en solitario”

Insistió en que “seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia”. “No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir por su cuenta o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él. Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos y que tu fe sirva igualmente de apoyo para otros”, añadió.

Por eso, en una homilía cargada de fuerza y que no fue interrumpida en ningún momento por aplausos, pidió a los jóvenes que reconozcan la importancia de la inserción en las parroquias, comunidades y movimientos, así como la participación de la Eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón, y el cultivo de la oración y meditación de la Palabra de Dios.

Y de este proceso, continuó el Pontífice, nace el impulso que permite dar testimonio, algo muy presente en sus intervenciones durante esta JMJ, “en los más diversos ambientes, incluso allí donde hay rechazo o indiferencia”.

“No os guardéis a Cristo”

“No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente de Dios”, añadió.

Joven peregrina en la JMJ 2011 durante la Misa

El Papa recordó a los jóvenes allí congregados que también les incumbe “la extraordinaria tarea de ser discípulos y misioneros de Cristo en otras tierras y países donde hay multitud de jóvenes que aspiran a cosas más grandes y, vislumbrando en sus corazones la posibilidad de valores más auténticos, no se dejan seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios”.

Los aplausos llegaron cuando Benedicto XVI pronunció el “amén” que cerraba la homilía, justo después de decir a los jóvenes que ora por ellos y haberles pedido que recen por él “para seguir confirmando a sus hermanos en la fe”.

Saludo previo del cardenal Rouco

Antes de empezar la celebración, el Papa agasajó a los jóvenes acercándose a ellos con el papamóvil y como reconocimiento al sacrificio que han hecho para estar allí. Tras esto, el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Mª Rouco Varela, dirigió unas palabras al Pontífice y dejó importantes mensajes. En primer lugar, dijo que en esa “solemnísima Eucaristía” brilla la catolicidad de la Iglesia “como en pocas otras”.

“Es el momento culminante de la JMJ. Es el momento del sí a Cristo: el sí de las vidas convertidas, el sí de la vocación al sacerdocio o a la vida consagrada, el sí a la llamada convertidas, el sí de la vocación al sacerdocio o a la vida consagrada, el sí a la llamada para ser un apóstol seglar en medio del mundo tan convulso y problemático de nuestro tiempo. ¡Un mundo indigente de verdadera y sólida esperanza, de justicia y solidaridad! Con este inquietante panorama moral y espiritual se encontrarán cuando retornen a sus países de origen”, añadió.

Los brasileños reciben la Cruz de la JMJ

Antes de que el Papa volviese a tomar la palabra, el presidente del Pontificio Consejo de los Laicos, Stanislaw Rylko, agradeció al Papa sus palabras, repitió unos de los leimotiv de la jornada –“Esta es la juventud del Papa”–, recordó a Juan Pablo II y animó a dar testimonio en los lugares de origen.

Hacía Río 2013

Tras decir a los jóvenes que lleven a sus lugares de origen el mensaje y el saludo del Papa, e impartir la bendición, Benedicto XVI anunció que la próxima sede de la JMJ, en 2013, será Río de Janeiro ante la algarabía de los jóvenes brasileños y que se simbolizó, como un testigo, con la entrega de la Cruz por parte de los jóvenes madrileños.

La JMJ vuelve a Sudamérica, a Brasil, uno de los países donde más católicos hay.

Se clausuró así una JMJ que pasará a la historia por muchas cosas, entre otras, por la multitud de jóvenes que inundaron Madrid de alegría, esperanza y fe… y por ser la primera en que las redes sociales han jugado un papel importantísimo.

Y por las palabras del Papa, que habrá que volver a repasar. Será difícil olvidar y casi imposible que un testimonio así no produzca grandes frutos para la Iglesia en España y para la sociedad española en su conjunto. Así, con una sonrisa, como llegó, Benedicto XVI se despidió de los jóvenes.

Antes de despedirse en el aeropuerto de Barajas, el Papa comerá con todos los cardenales españoles y el séquito papal, y se encontrará con los voluntarios de la JMJ para agradecer su encomiable trabajo.

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