¿Cómo sueñan los jóvenes la JMJ?

VIDA NUEVA | Ellos son los verdaderos protagonistas de esta importante cita para la Iglesia universal, y de gran trascendencia para la que peregrina en España. Les hemos preguntado a un puñado de chicas y chicos de distintas diócesis con qué espíritu acuden a ella y qué esperan, para su propia fe y su compromiso con la Iglesia, de esta Jornada.

1. ¿Cómo sueñas la JMJ de Madrid?

2. ¿Cómo crees que va a ayudar a tu fe este encuentro internacional?

3. ¿Crees que tras la JMJ habrá un mayor compromiso de los jóvenes dentro de la Iglesia?

4. ¿Y un mayor compromiso de la Iglesia para con los jóvenes?

5. ¿Sois los jóvenes suficientemente escuchados y tenidos en cuenta dentro de la Iglesia? ¿Por qué?

6. ¿Cómo sueñas la Iglesia?

AIDA SOLÉ: “Servirá para darnos cuenta de que no estamos solos”

1. Soñar con la JMJ es soñar también con los días previos de acogida, que ya sirven para encender los motores de lo que se avecina en Madrid. Un encuentro en el que miles de jóvenes nos encontraremos para compartir juntos nuestra fe en Jesús.

2.Este encuentro servirá para darnos cuenta de que no estamos solos; de que somos muchos los jóvenes que seguimos a Jesús. Sirve para enriquecer la propia fe y la comunitaria, para compartir y aprender de otros, para reafirmar nuestras creencias y no dudar en trasmitirlas a los demás, y sirve para darte cuenta de que este camino, el de Jesús, vale la pena hacerlo.

3. Me gustaría creer que sí. Los jóvenes somos los que tenemos que impulsar y transmitir con nuestras vidas la fe cristiana, y hacerlo visible en nuestra sociedad. Pero tenemos que ser capaces de comprometernos en nuestra comunidad.

4. Sería fundamental. La Iglesia debería tener en cuenta siempre a los jóvenes y transmitir nuestra fe de tal manera que ellos también se sientan implicados, representados en Ella. Es importante no alterar el mensaje, pero sí que sea adaptado a la sociedad en la que vivimos.

5. Personalmente, y tomando como referencia mi diócesis y parroquia, sí que somos escuchados y tenidos en cuenta. Hacemos para los jóvenes variedad de actividades, encuentros… para que ellos puedan participar y se sientan a gusto con la fe que profesamos y vivimos.

6. Sueño una Iglesia en la cual haya sitio para todos, abierta a la sociedad, a la diversidad, que siga el ritmo que lleva nuestra sociedad, con mensajes esperanzadores y acogedores, para poder reafirmar y vivir más intensamente nuestra fe.

GEMA DEL CAMPO MONTOYA: “Espero que haya un mayor compromiso por parte de la Iglesia”

1. Como un grupo de gente en el que hay compañerismo y buen rollo entre todos para poder llegar a lograr los objetivos que nos propongamos.

2. Ayudará a que mi fe madure y siga hacia adelante. Poder conocer a gente que seguramente tenga muy visiones diferentes a la mía también puede ser una experiencia muy enriquecedora.

3. Creo que eso es personal y que el compromiso vendrá de la mano de lo que para cada uno haya supuesto el proyecto que se realice durante el transcurso de la Jornada.

4. Espero que sí haya un mayor compromiso por parte de la Iglesia, y que entre el compromiso de la Iglesia y el de los jóvenes se logre crecer, pero no en número, sino en valores.

5. Por lo general, los jóvenes no somos escuchados ni tenidos en cuenta; de ser así, la Iglesia y todo lo que viene detrás de ella sería más dinámico.

6. La sueño unida, en la que los valores que transmite la Biblia sean más importantes y en la que tanto jóvenes como adultos se sientan escuchados.

JORGE RODRÍGUEZ: “Otros puntos de vista harán que mi fe crezca”

1. La espero como unos días donde los jóvenes podamos sentirnos parte de esta gran familia que es la Iglesia, un espacio donde compartir nuestras experiencias, conocer gente de otros lugares que tienen una sensibilidad cristiana, y todo ello rodeado de un ambiente juvenil.

2. Unas jornadas así hacen que abramos nuestra mente. Otros puntos de vista y otras experiencias harán que mi fe crezca.

3. Espero y confío en que sí. De todas formas, creo que después de la JMJ, el compromiso va a crecer por la inercia de las experiencias vividas allí.

4. Los jóvenes somos el sector olvidado. Los adultos tienen una base muy sólida de fe. Los niños, su catequesis. Pero conforme creces, crecen contigo las dudas, y el sentirse perdido hace que la juventud se eche atrás en el proceso de maduración de la fe. Nos deberían tener más en cuenta, orientarnos mejor, que haya más movimientos y asociaciones juveniles…

5. Sí se nos escucha. Podemos opinar y expresar nuestras ideas con total libertad. Aunque no se nos tiene tanto en cuenta como nos gustaríaa la hora de transformar esas opiniones e ideas en hechos.

6. Se nos debe tener más en cuenta. Los jóvenes de ahora no somos como los de antes. La sociedad cambia. Nosotros también. Por eso, la Iglesia tiene que tener un mayor compromiso con la sociedad actual. También sueño con una Iglesia donde, de verdad, tengamos en cuenta a Dios, que en definitiva es amor. Es decir, ser ejemplo de Amor hacia los demás.

LAURA PÉREZ CARASA: “Se necesita un esfuerzo de escucha por ambas partes”

1. Es una oportunidad para dar a conocer el movimiento joven en la Iglesia internacional. Una forma de ver lo que los jóvenes aportamos a la Iglesia.

2. Esta es la primera JMJ a la que asisto, y la cojo con ganas para reforzar mi fe junto a los jóvenes de todo el mundo. Creo que, sin duda, hará que “recargue de energía” mi fe.

3. Así lo espero, y que sepamos llevar a nuestras ciudades lo vivido en Madrid y trasmitir esa “recarga de energía” en las diócesis.

4. ¡Sería la combinación perfecta! Compromiso mutuo entre Iglesia y juventud, que es algo que hace falta. Una sintonía entre ambas.

5. Poquito a poco se va a ir consiguiendo. No es culpa de nadie, sino que se necesita un esfuerzo de escucha por ambas partes.

6. Somos parte de la Iglesia y la Iglesia es parte de nosotros. Sueño la Iglesia como un “movimiento” sano, revitalizante y de crecimiento; un “lugar” donde no se necesite más que la fe para sentirse bien.

MACA ÚBEDA: “Lo importante es el después”

1. La sueño como un encuentro de Iglesia donde muchos jóvenes se encontrarán con Cristo.

2. Me ayudará a reafirmar lo que ya creo: que únicamente desde Jesús merece la pena la vida, que únicamente Él da sentido a mi vida. Y lo viviré junto con jóvenes de todo el mundo para hacer realidad aquello de “para que todos sean uno. Como tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado” (Jn 17,21).

3. No lo sé. Creo que puede ser un buen momento para despertar la llamita de la fe, o reavivar la que ya tenían. Lo importante es que desde los lugares de origen se cuide el “después” para que todo lo que se viva no quede en el olvido. Muchas veces estamos meses preparando un encuentro, deseando que los jóvenes se encuentren con el Señor, y cuando lo hacen y vuelven transformados a sus parroquias, no hay nadie que recoja todo eso y poco a poco se olvida. Hay que intentar que haya una post JMJ para ayudar a recordar y a mantener vivo ese encuentro.

4. Eso espero. Como pueblo sacerdotal que somos, debemos tener una corresponsabilidad los unos con los otros. Tanto jóvenes, como religiosos, religiosas, sacerdotes… tenemos que dirigir nuestra mirada a Jesús y construir el Reino juntos. Cada uno desde su responsabilidad.

5. Depende del religioso, religiosa o sacerdote. Por algunos de ellos, sí me siento escuchada, comprendida, arropada… pero otras muchas veces no. Me he encontrado con sacerdotes que si les dices que no estás de acuerdo con algo, no intentan escucharte para comprenderte; directamente te dicen que estás equivocada y ya está. Los jóvenes, y no tan jóvenes, necesitan ser escuchados. Hay que fomentar el acompañamiento personal, pero no con el único objetivo del discernimiento vocacional, sino para ser escuchados, comprendidos, acogidos… Allí donde un joven necesitara ser escuchado, allí tendría que estar la Iglesia.

6. La mejor manera que expresa cómo sueño yo la Iglesia lo dice la plegaria eucarística Vb: “Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y de paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando”. Para mí, esto es la Iglesia, e intento que esto sea mi vida. No entendería la Iglesia de otra manera que no sea la de amar, acoger, acompañar, escuchar, comprender… No entiendo la Iglesia de otra manera e intento que cada día de mi vida se haga realidad en mí como Iglesia que soy.

MANU IRANZO: “Sueño con que la gente se sienta comprometida con la Iglesia”

1. Tengo muchas ganas de JMJ. Nunca he participado en ninguna, y esta se me presenta como una oportunidad donde jóvenes de todo el mundo nos vamos a juntar para compartir la alegría de ser creyentes, además de ser una experiencia personal. La JMJ servirá para abrirnos a la Iglesia e involucrarnos más en ella.

2. Seguro que ayuda a mantener viva la fe. Ver que no estás solo, que hay muchísimos jóvenes que creen lo mismo que tú. Seguro que con dudas, con inquietudes, con cosas claras… pero todos por lo mismo: por Él.

3. Muchas veces, el término Iglesia no lo utilizamos porque lo sentimos lejano. Sentimos que la Iglesia es la jerarquía… pero todos los que vamos a Madrid, todos los que nos sentimos católicos, somos parte de esa Iglesia, y debemos construir desde ella.

4. Creo que puede servir para aumentar ese compromiso. Muchas veces da la sensación de que la Iglesia no es para los jóvenes o que la Iglesia no tiene jóvenes, y eso tiene que cambiar, porque hay jóvenes que somos parte de la Iglesia, y esta lo tiene que sentir así, al igual que nosotros. ¡Somos una Iglesia viva!

5. En alguna ocasión, es cierto que cuesta sentirte dentro o ser tenido en cuenta, pero también hay foros y espacios abiertos a la participación. Se critican muchas cosas de la Iglesia, pero somos nosotros, los jóvenes, los que no aprovechamos estos momentos.

6. Sueño una Iglesia cercana, donde todos seamos escuchados y la gente se sienta comprometida con ella.

MARTA GANSO: “Si hay jóvenes impulsados por el Espíritu, nadie les podrá cortar las alas”

1. Yo tengo el sueño de que la JMJ sea un encuentro de muchos jóvenes, muy diferentes y unidos, que hablan distintas lenguas, pero se entienden, que se sienten llamados y, en ocasiones, contrariados, que están inquietos y alegres, que buscan a Dios cada día, que aprovechan y entregan su vida y que se reúnen para celebrar, desde su grandeza, su fragilidad y sus miserias, al Señor que nos une.

2. Por el simple hecho de estar tantos jóvenes en camino, celebrando el Amor que Dios nos tiene, recordándolo, viviéndolo, celebrándolo en los sacramentos, en distintas lenguas, con distintas sensibilidades, pero habiendo detrás algo tan grande. Deseo que la JMJ nos ayude a caminar confiados, a alabar, servir, amar y adorar a Dios en la fe y en la duda, a ofrecerle nuestra flaqueza, reconocer sus huellas en lo especial y cotidiano, a servirle sin poner condiciones y a proclamar el nombre de Dios, que se note que es Buena Noticia.

3. Ojalá todos los jóvenes tengamos una profunda experiencia de Dios que nos haga sentir invitados y urgidos a comprometernos por el Reino.

4. La Iglesia da cada vez más espacio a los jóvenes. Si hay jóvenes impulsados por el Espíritu, nadie les podrá cortar las alas. Siempre he vivido que no solo no se cortan, sino que desde la Iglesia se ayuda a que crezcan sanas y fuertes, vuelen solas y en compañía; si notamos que se rompen, nos ayudan a restablecerlas… Deseo que se siga creciendo en esto y que la Iglesia sea un espacio cada vez más abierto para todas las personas.

5. En mi afortunada experiencia, siento que somos tenidos en cuenta, se nos da protagonismo, se nos pregunta, se nos escucha, nos dan responsabilidades, confían en nosotros. Además, se preocupan por nuestro interior, por nuestra vida, nuestra oración, nuestras potencialidades… Somos Iglesia, todos, por eso también los jóvenes somos importantes y corresponsables en la transmisión de la Buena Noticia.

6. Sueño la Iglesia como la vivo: sencilla, alegre, humilde, peregrina, que sale al encuentro, que no se acomoda, que es sensible a los signos de los tiempos…  con cabida para todos, una casa donde la gente está a gusto, donde se reza, se celebran los sacramentos, como plataforma a partir de la cual salimos al encuentro con el otro, siendo amigos en el Señor.

MIRIAM TRAVÉ: “Los jóvenes son los grandes olvidados de la Iglesia”

1. Me imagino la JMJ como un gran festival de la diversidad. No todos los jóvenes somos iguales ni las realidades de cada país son las mismas. Pero todos somos movidos por la misma figura: Jesús.

2. No creo que me perjudique, pero no sé hasta qué punto puede ayudar o, por otra parte, mostrarnos cuál es la realidad de la Iglesia actual. La fe es una opción personal para vivirla día tras día y no cada cuatro años.

3. No, los jóvenes ya estamos de una forma u otra dentro de la Iglesia. No obstante, la Iglesia actual no es una Iglesia joven, y aunque somos bastantes los que tenemos una edad menor, hay varios grupos de personas que se hacen oír más que nosotros e, incluso, son escuchados antes.

4. Tampoco. Se han realizado otras JMJ anteriores y el compromiso que tiene la Iglesia hacia los jóvenes no ha cambiado.

5. No. Los jóvenes son los grandes olvidados de la Iglesia y la cúpula solo se acuerda de ellos en determinados momentos, donde tiene que hacer ver que es una Iglesia unida y que mueve masas.

6. Sueño la Iglesia como un lugar que sea realmente ecuménico, donde pueda caber todo el mundo, donde se dé voz a todos y, a la vez, estos sean escuchados. Creo que lo mejor es vivirla día a día, con los pies en la tierra, e intentar dar voz y voto a todos sus miembros para así poderla mejorar. Tengo la esperanza de que una Iglesia plural y ecuménica sea posible.

TERESA PERNÍA: “Sueño con una Iglesia más comprometida y que escuche a todos”

1. Sueño la JMJ de Madrid como un encuentro en el que muchos jóvenes compartamos nuestra fe, inquietudes, recemos e interioricemos el Evangelio y seamos enviados como misioneros a nuestros lugares de destino.

2. Va a hacer que me replantee mi fe y mi manera de vivirla, mis prejuicios y mi religión adaptada a mí en muchos momentos. Creo que va a ser como una gran llamada de atención por parte de Dios para que me vuelva a poner las pilas y madure tanto en mi fe como en mis compromisos con Él.

3. Los jóvenes sí que estamos comprometidos con la Iglesia, pero en muchos aspectos vemos que esta no se ha modernizado. Tenemos un gran espíritu de ayuda, cooperación y cambio, pero, en muchos momentos, nos sentimos con las manos atadas, porque creemos en la Palabra de Dios pero no podemos cambiar parte de la sociedad tal y como nos gustaría por la idea tan interiorizada que tiene muchísima gente de la Iglesia. Para concluir, creo que el compromiso de los jóvenes aumentaría si la Iglesia cambiara, se modernizara en muchos aspectos y se abriera a todo tipo de sociedades.

4. En estos encuentros se deberían reafirmar y reestablecer los compromisos, tanto por parte de los jóvenes como de la Iglesia. Somos su futuro y la gente ya no se mueve por tradiciones ni adoctrinamientos, sino por experiencias vividas y, sobre todo, por hechos, no por palabras. Por lo que, al ver a tantos miles de jóvenes en el encuentro, la Iglesia se hará consciente y se pondrá en camino para dejar que los jóvenes tengamos voz y voto en ella.

5. No. Aunque la Iglesia seamos todos, tiene unos estamentos muy delimitados de los que los jóvenes no formamos parte. Los jóvenes de hoy en día tenemos, en muchos de los casos, la formación e ideas necesarias para poder llevar a cabo muchos proyectos, pero nos faltan los medios y la aprobación necesarios. La jerarquía de la Iglesia no tiene suficiente confianza en nosotros. Cuando hablo de la Iglesia, me refiero en general, porque también hay partes de ella en donde los jóvenes somos un pilar fundamental.

6. Sueño con una Iglesia más comprometida con la sociedad, que escuche a todos, que sepa transmitir lo que hacemos en el día a día, aunque lo que venda siempre sea lo negativo y las palabras sacadas de contexto.

XAVI RIUS: “Sería bueno que la JMJ lance un mensaje de renovación generacional en la Iglesia”

1. Un encuentro para celebrar que el mensaje y ejemplo de Jesús están más vivos que nunca, unas jornadas tranquilas y sencillas, con espacios para la plegaria y, también, para el encuentro festivo entre jóvenes de todas las culturas.

2. Me hará más participativo en los proyectos de juventud de mi diócesis y parroquia. Ver que hay muchos jóvenes como tú, te hace sentir acompañado y te da fuerzas para continuar colaborando.

3. Sería bueno que la JMJ lance un mensaje de renovación generacional de la Iglesia y aporte temas nuevos para así acercar la Iglesia a todos los jóvenes.

4. Eso sería genial, espero que sí. Eso dependerá de las personas que encabezan las instituciones de la Iglesia, pero también de los jóvenes que participen en la JMJ y de los mensajes que se lancen durante esos días.

5. Los jóvenes podrían ser más escuchados, pues entienden mejor los cambios sociales a los que la Iglesia tiene que dar respuesta. Tienen que existir mecanismos para que la Iglesia demande y escuche nuestra opinión de manera más regular.

6. Más abierta, más plural, menos dedicada al servicio de sí misma y más al de los demás, al servicio de los más desfavorecidos. En definitiva, una Iglesia movida por el mensaje y ejemplo de Jesús.

BEATRIZ LORES IGLESIAS: “El compromiso de la Iglesia con los jóvenes se reforzará”

1. No me es difícil soñar con la JMJ porque estuve en la de París y en la de Colonia. Cada una es distinta y forma experiencias inolvidables. El que este año sea en Madrid la hace especial… Ver España llena, ¡invadida! de jóvenes alegres cantando, bailando, rezando y dando testimonio de su fe es algo que va a impresionar y que nos va a ayudar a todos.

2. Será una JMJ muy especial, porque el 27 de agosto, recién llegada de Madrid, me caso; mi novio nunca asistió a una JMJ y vamos a ir juntos con la peregrinación diocesana. Va a ser como una despedida de las actividades en las que he participado estos años en pastoral juvenil y la base para nuestro matrimonio e inserción en la pastoral familiar. Estoy segura de que la convivencia con los jóvenes, con nuestro arzobispo y los sacerdotes que nos acompañan, las catequesis, las palabras del Papa y el encuentro con Cristo en estos días, van a ser un pilar firme para mi nueva vida.

3. Sí, no conozco a nadie que haya asistido a una JMJ y que le haya sido indiferente. Siempre hay algo que te toca el corazón: un compañero de viaje, alguna palabra, mirada, gesto; el ver a tanta gente reunida y disfrutando de compartir una fe común, una oración, reflexión, el estar tan cerca del Papa, su mensaje… Y esto se traduce en ganas de colaborar con la Iglesia, buscando un lugar para transmitir lo vivido y donde esta semillita recibida crezca.

4. Para la Iglesia tampoco puede ser indiferente si tantos jóvenes se reúnen para orar, para gritar que estamos aquí, para apoyar al Papa, para decir que se puede contar con nosotros… El compromiso de la Iglesia con los jóvenes se reforzará y se trabajará más juntos, seguro. Para eso está el Espíritu Santo.

5. Sí somos tenidos en cuenta por la Iglesia, si no ¿por qué tanto esfuerzo en organizar estas jornadas? ¿Por qué tanto trabajo hecho desde las pastorales juveniles diocesanas? Claro que todo se puede mejorar, y con la oración y el compromiso de todos, se conseguirá.

6. A mí me gustaría una Iglesia mucho más participativa y servicial, abierta a todas las personas que quieran aportar algo, donde todos nos sintamos como en casa, “a gusto”, donde nada se haga por obligación, sino por convicción.

En el nº 2.764 de Vida Nueva.

NÚMERO ESPECIAL de Vida Nueva

ESPECIAL JMJ 2011 MADRID en VidaNueva.es

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